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EL BIG BANG

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A un simple globo lo hemos llamado Universo. Lo avienta el soplo limpio de mi hijo que le pinta una narizota y dos bizcos ojos de pánico, y que al inflarlo más y más, los ves cómo se van separando, huyendo contrarios por la fina curva de goma como perdidos soles errantes…

Y mientras sopla que te sopla, me descubre que, quizá, este incomprensible viaje espacial nuestro dentro de un globo azul, no sería muy distinto al de esos dos pintados ocelos con rotulador; me da por pensar, lo vislumbro, que se encontrarían a sus espaldas si la piel de este cosmos de goma se estirase inagotable al aliento perpetuo de mi niño dios. El simple hecho de inflar un globo pintado, me da más respuestas que cualquier oscuro tratado de mecánica cuántica o compleja teoría del Universo.

Y lo lanzamos al aire. ¡Cuidado que vamos ahí dentro! -le digo.

Ni el mejor arquero llega como nosotros: con la coronilla, con las yemas de los dedos, con el trasero, con la punta del dedo gordo del pie izquierdo…

Y siempre rompemos algo en el juego, pero qué casualidad, siempre de lo que yo reniego: hoy, de ese odioso cobarde suicida gato de escayola, siempre al borde del anaquel, siempre asomándose obligado al precipicio, y por fin, colateralmente dañado: hecho papilla por nuestro fuego amigo…

 Pero… ¡ay!, en este infantil juego, quien la pifia, quien deja que el globo toque el suelo, lo paga muy malamente: se le explota sin miramientos frente al paredón de sus mismas narices: se le da matarile, rile, rile.

Y el Universo, en un despiste, bota y rebota en el suelo.

“Papito, tienes menos reflejos que el gato de yeso -me dice mi cancerbero enano…

Mientras frente a mí, cara a cara, suspendo el Universo por el rabillo de su ombligo, mi joven verdugo, desternillándose de la risa, se me acerca con el brillo de un alfiler entre los dedos, demorándose encima el muy vacilón en su ya enésimo parricidio…

Yo aprieto los ojos, los dientes, pliego las orejas, encojo los hombros... (¿Mi niñez no es la de mi hijo? ¿La eternidad no es una tarde con él?), mientras otro Universo, ya con eco de fondo cósmico, se eleva feliz entre sus labios.

Rubén Lapuente Berriatúa

publicado en el diario La Rioja 7/9/2019

 mi nuevo blog http://rubenlapuente.blogspot.com/

08/09/2019 06:10 rubenlapuente #. NIÑEZ ( 21 ) No hay comentarios. Comentar.

RISAS

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Le digo

que me enseñe la sonrisa,

que quiero

verle la alegría.

Que me la rescate

del mar de su saliva

y adormecida,

que así,

le lleva a los ojos

un cielo

de noche de barracas

con bengalas

y bombetas… 

 

Y que no se le acabe

nunca esa veta

de marfil de la boca.

 

Lo que daría yo

por subirme con ella

a lo alto

de su volantín

de gajo de luna.

Ay!

Pero como delante

de un milagro…

acalla,

emboba la mía.

 

Risa sin que yo la espere.

Mitad de la risa

por entre la rendija de la puerta

de su alcoba

y desnuda.

Risa enredada en su pelo,

o escondida en el ala de sus manos.

Risa entre los visos de la noche

con chiribitas

de topacio

bailando

en sus ojos.

 

 Y todo antes de hundirme en su boca.

  

¡Ay!  

Pero sé  

que la va perdiendo.

Que del mismo brocal,

otra le nace,

mecánica,

disciplinada,

tamizada ya por los golpes bajos

que le da la vida,

o por el tiempo  

que una tarde de otoño

nos alcanza…

 

Me doy cuenta,

al vérsela

de soslayo

reflejada en el barniz

de ciertas cosas…

 

…Y no es la misma,

no es la misma.

        © Rubén Lapuente Berriatúa

 

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17/09/2019 10:30 rubenlapuente #. AMOR MÍO ( 22 ) No hay comentarios. Comentar.

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