DEBILIDAD
Tú serás amado el día que puedas mostrar tu debilidad
sin que el otro se sirva para afirmar su fuerza (Pavese)
Cuando estoy solo,
cuando me ha vencido,
bajo a la tierra de mi cuerpo.
Por ahí anda
el rebelde capitán
de mi hueste,
de eterna algarada.
Ha conseguido
ahogarme la voz
si intento mostrar
mi ternura.
Me vierte
el cuenco de las lágrimas
por la orilla equivocada.
Esa rata que deja un rastro
de costra por mis galerías,
se ha hecho muy valiente.
Se cree un partisano.
Ahora dice,
lo pinta en los ademes,
que yo soy el otro,
que huye de mi tiranía.
Que él es quien quiere
enseñar su corazón
y yo le cerceno la boca.
Que necesita librar el dolor
y que le apuro las lágrimas.
Pero esta traza mía de escara
que dejo tras de mí,
se parece tanto a la suya,
que yo ya no las distingo.
No puedo seguir su rastro.
Se zafa tan bien de mí
en estos parajes sombríos.
Estará subido a la atalaya de mi cielo,
ocupándome, claro.
Pero no me tomará los sentimientos.
Ahora soy yo el partisano
de los suyos.
Su tumor
que le hará bajar a buscarme
en esta tanda
incesante y absurda
en la que ninguno de los dos
enseñará su debilidad.
©Rubén Lapuente
6 comentarios
haideé -
Naranjita -
Gloria -
Un placer descubrirte.
Saludos
cuspedepita -
Joselu -
ricardo -
y si el poso aumenta se hace
dificil torcer el brazo.Poema
que define la poesía.