ETERNIDADES
Una tarde leí unos versos
de Eternidades
que me acompañan siempre:
“¡No corras, ve despacio,
que adonde tienes que ir es a ti solo!”
¡Y qué fácil lo encuentro todo
si lo busco dentro de mí!:
¡Viajero solo por la travesía de lo que soy!
Y este corazón mío
antesala de sentimientos
ya no es una cita de venas
Si soy el primero en oírle
seré el primero en atrapar
su campanada de alborozo
o de cruel herida de vida
¡Y estoy alerta!
Que no se me escape la belleza
que comienzan mis dedos
recogiéndole el cabello
por detrás
de la oreja
muy despacio
mientras la hablo
mientras
me mira
porque
de pronto
como un milagro
le brota una lumbre de luz de diamante
en los ojos
Ni la de las cabriolas
de una sucia hoja de papel
a merced del viento
que si dobla una esquina
temo
un instante
por ella.
Como un cazador
de lo pasajero
eterno
soy
¡Sublime siempre conmigo!
¡Viajero solo
por la travesía de lo que soy!
©Rubén Lapuente
Foto : Leyre o la luz del diamante
8 comentarios
Leyre -
Un beso rubén y gracias por dejarme entrar en un poema tuyo.
Carmen -
Qué suerte poder descubrir el diamante en Leyre. qué suerte ser tú.
María Socorro Luis -
Siempre preciso e intenso.
un abrazo. Soco
Joselu -
Teresa -
Un beso Rubén
Zeltia -
(me sirve: ésta tuya, como tantas otras pasan a conformar lo que un día, tiempo después creemos nuestro; porque todos estamos llenos de cosas aprendidas)
recorriendo los caminos internos de lo que somos, dónde nadie nos puede acompañar.
Ricardo -
Saludos
Noches de luna -
Un beso