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El cuaderno de poemas de Rubén Lapuente

PROHIBIDO

PROHIBIDO

¿Qué mueve a este incansable

fuelle de carne viva?

¿Qué viento seco empuja

esta sangre

que  baja desfiladeros

sube declives

zigzaguea angosturas

que rueda sin sueño

por la dormida llanura

de mi cansancio?

 

En el dorso de mi mano

o cruzándome el cuello

resalta

como los rápidos lomos de un río

Y  por detrás

de las muñecas de mis brazos

cabecea en mi piel

 sus puras campanadas

que cuento

con mi tiempo

que ahora sé que irá

adelantado

siempre

 

Se equivocó la naturaleza

en tomar un color violento

Un olor tan áspero

Un sabor de fuego en la garganta

De darle forma de tigre rayado

que como la mujer de Lot

se revuelve

abrasada

de memoria  

sucia

Si hubiera elegido

sangre de savia

de rosales

o de juncos de ribera de río

o  de zarzal esperando un amor agazapado

Si no tuviera esta mala sangre

la sangre

que proclama guerras

que labra trincheras

que deja en la comisura de los labios

su rúbrica

de horror de sierpe roja

Que confina Patrias

 

¡Si no hubiera que derramarla

para tener dignidad!

¡Imposible volver al principio!

 

¡Prohibido lavarse las manos!

                                       ©Rubén Lapuente

9 comentarios

irene -

Cuando veo hombres, mujeres y niño, sonreir plácidamente, ayudarse los unos a los otros, me invade una gran alegría, y no me cabe en la cabeza que, quizá, esos mismos sean los que provocan guerras, peleas, sangre..., ¿dónde y por qué aparece esa semilla maligna?
Impactante foto.
Besos, Rubén.

Ñoco Le Bolo -


• Hay manos que son imposibles de lavar. Permanentemente baja hacia ellas toda la suciedad que generan mentes enloquecidas de poder, odio, avaricia. Mente que traes muerte y desolación
• Hay manos imposibles de lavar. Sólo se mojan.

• Saludos

CristalRasgado & LaMiradaAusente
________________________________
•

María Socorro Luis -

Me ha impactado profundamente. Siempre ha pensado que hay algo que no funciona en el ser humano...Tú has sabido expresarlo muy bien.

Besos.

Zeltia -

Impactante esta vez el poema, eh.
Desde la fotografía, hasta la firma.

maria -

Hola desde el tercero, como siempre fabuloso, lleno de enganche. Haces vivr las palabras. Un abrazo maríaj

Teresa -

Claro que hay algo que no funciona cuando nos matamos unos a otros.La naturaleza no tiene corazón .La foto es impactante y el poema refleja lo que has querido decir eres un crack

Joselu -

La conjunción de la imagen y el poema es extraña porque la fotografía (que sospecho amañada como las más grandes y populares fotografías del siglo XX)tiene una fuerza extraordinariamente sugerente. Una maldición la guerra, el odio; un desastre nuestra naturaleza insensata, pero a veces me da por pensar que quizás la destrucción y la propia guerra hacen más fuertes a los pueblos y las sociedades. Nunca hay más ansia de vivir y de crear que tras una gran catástrofe natural (epidemias, terremotos, volcanes...)o bélica. El intento de destrucción del pueblo judío generó la mayor fuerza de éste y llevó a la creación del nuevo estado. Desgraciadamente, la destrucción y el horror nos hacen fuertes. El bienestar continuado, en cambio, nos hace débiles y pasivos, acomodaticios, fatalistas... Pero reconozco que prefiero seguir siendo débil, pasivo, acomodaticio y fatalista... Muy hermoso el poema.

ruben -

El poema Virgi es un reproche a la Naturaleza o algún dios de tener esta humanidad una historia tan vergonzante.Si hay algo dentro que enerva, que enloquece, que mata es que no estamos bien hechos.
Ya que no podemos cambiar nada de nuestro pasado, ahora la responsabilidad es de todos.Nadie debería lavarse las manos.
Un beso

virgi -

Me remites a un trozo de La edad de hierro, J. M. Coetzee:

"Ahora me lo pregunto. Y respondo: porque la sangre es preciosa, más preciosa que el oro y los diamantes. Porque toda la sangre es una: un sólo estanque de vida repartido entre nuestras existencias separadas, pero unido por la naturaleza: prestada, no dada; repartida, confiada, para que la preservemos: parece que viva en nosotros, pero solamente lo parece, porque lo cierto es que nosotros vivimos en ella.
Un mar de sangre reuniéndose de nuevo: ¿será así el fin de los días? La sangre de todos: un mar de Baikal de color escarlata oscuro bajo un cielo invernal como el de Siberia, con arrecifes de hielo alrededor, con las orillas blancas como la nieve bañadas de sangre viscosa y mansa. La sangre de la humanidad, recompuesta."


Besos, Rubén
(este trozo lo colgué hace casi un año, cuando empezaba con ésto, me impresionó este libro)