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El cuaderno de poemas de Rubén Lapuente

PIENSO EN VERDE

PIENSO EN VERDE

Ya sabemos los que son

Y cuántos caen por minuto

El progreso era esto:

pura y dura estadística

Ahora la miseria da de comer

a unos cuantos sociólogos

Pone penitencia

a filántropos arrepentidos

del embarazo

de su plata

Da sufragio

a quien se refleja

en la charca del albañal

de los eternos suburbios

Se deja mancillar

por el márquetin

del galán

que reparte sonrisas

ataviado el pobre

de paria

 

Mientras tanto

Ellos siguen

fértiles

en sonrisas

En piojos

Con la misma mugre

para sus adeptas

moscas

Con la loba malaria

abordando su fácil

aprisco

Con alfabetos de tres letras

en la sangre

de bienvenida

Pasando

como el paisaje

de un tren en marcha

Y casi ni joden con la pelota

 

Mientras tanto

por aquí enciendo

las luces de celofán de mi casa

pensando en lo de que

¿pero no es el mundo un pañuelo?

 

Pero  ¡Ya basta!

Es la hora de mi Heineken

Y yo si soy sincero :

ya sólo “pienso en verde”

                   ©Rubén Lapuente

10 comentarios

irene -

Muy bello el poema, desgraciadamente a veces sólo pensamos en verde, deberíamos pensar en otros colores menos alegres, la vida es muy dura para algunas personas.
Preciosa la fotografía para acompañar el poema.
Un beso, Rubén.

virgi -

Nos conmovemos, aportamos algo, otro día hacemos otra cosa...pero la nevera la tenemos a buen recaudo.
Emocionante, como siempre.
La foto, un belén de verdad.
Un abrazo grande, apreciado Rubén.

Rodolfo Serrano -

Estupendo. Hubiera dado cualquier cosa por firmarlo. Un abrazo

Teresa -

Ese aldabonazo final es lo que hace que el poema no se acabe nunca.
Un beso Rubén

milagros -

Esde los mejores poemas que te he leido un poema que remueve las entrañas y el final genial.

Que dura es la vida.

Feliz Navidad a pesar de.

Abrazos

Noches de luna -

Perdona. Me despisté y publiqué el comentario como anónimo.
Otro beso
Victoria

Anónimo -

En relación a tu comentario en mi blog: Pues sí, parece que a muchos nos sucede lo mismo, damos al interruptor, apagamos y nos vamos con nuestra Heineken correspondiente. Las estadísticas son tan frías que no es difícil deshacerse de ellas, son sólo números sin rosto y ademas números que vemos cada día.

Emociona,y mucho, tu poema en esta ocasión. Me lleva de nuevo a las estaciones de autobús de Malí, de Niger, de Malawi, a las aldeas de Tibet o de los Andes bolivianos, etc. Viajera, pero al fin y al cabo con la Heineken esperándome a la vuelta de la esquina.

¿Afortunados?

Besos

Zeltia -

Me siento muy identificada con este poema,
pensando en verde.

[he necesitado diccionario, que-lo-sepas]

anónimo -

Lo mismo digo que Maria.Me ha removido las entrañas.Para eso estan los poetas.

María Socorro Luis -

Sin palabras. En silencio emocionado...
Un poema magistral.Sólo pregunto: podemos ser felices???

Abrazo cómplice