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El cuaderno de poemas de Rubén Lapuente

COSQUILLAS

COSQUILLAS

Soñaba

el hombre dormido

de cuando fingía

de niño

morirse

para tener de rodillas

sólo para él  

la inmensa dulzura:

“Vamos a ver si son de plomo estos brazos

Si se empañan mis ojos de tu aliento

¡Oh! ¡Si estás tan frío como una baldosa!

¡Oh ¡ ¡Si se te ha roto el muelle de los párpados!

Habrá que tirar a este niño

a la basura

como la piel de una naranja

como el corazón de una manzana

como a su triciclo sin manilla

ni  ruedas”

Y por los corredores de la casa

le llevaba

en brazos

altiva

como si fuera

el hijo héroe soldado muerto

“¡Espera!

¡Si oigo un tamborcillo

por el cielo del pecho!

¡Si aún puedo revivirte

con tan sólo tocarte

con la punta de mis dedos!”

 

Pero la  memoria del sueño

del hombre dormido

no podía despertarle

no se reía aquel niño

ni se movía la muerte

                    ©Rubén Lapuente

                   Foto: yo soñando

8 comentarios

irene -

Muy tiernos sueños de la infancia, aunque sean de ese tema con el que de niños nos atrevíamos a jugar, yo apenas tengo recuerdos de mi niñez y mucho menos sueños.
Un beso, Rubén.

Teresa -

Los recuerdos de los sueños no son los mismos cuando falta la persona que lo llenaba todo.
El poema destila pureza
Un beso

mucha -

bellas palabras siembras para que nosotros leamos y mientras te leo bailo on las tuyas al compaa de un tango

Zeltia -

Con lo alegre y tiernito que iba siendo, cae el final como una pesada losa.
(Menos mal que relaja verte ahí tumbadito en esa chaise longue tan comodona. Y tienes un pelo de los que apetece enredar los dedos en él mientras recitas alguno de tus poemas)

María Socorro Luis -

Suave dulzura. Reflejo de una especial sensibilidad y amor a los niños. Un encanto.

ANA -

en tan pocs líneas llegas,trasmites,dices todo los que sentimos y no sabemos plasmaslo como tu haces.eres único,entristece pensar que no puedas llegar a mas gente porque la harías felíz.

virgi -

Eres de una delicadeza, una ternura, una capacidad lírica maravillosa. Son preciosas tus letras, Rubén. Nos llevas a pasajes ya vividos en las alas de tu corazón.
Un fuerte abrazo.

Noches de luna -

¡Pero qué buenos son tus poemas! Y muchos de ellos tan cotidianos... De los que llegan muy dentro y, en este caso, sacándome una sonrisa de añoranza.

Besos
Victoria