SIN AIRE
¡Cómo sentía
la última luz
de la tarde!
Arrimado
a ese abanico de dulces radios
de sol
lucía toda mi piel
Me oía la respiración
como algo
que se sucede
inevitable
Como algo
que no me pertenecía
Aspiré
un sorbo de ese aire
de esa tarde
y la corté en mi boca
(uno dos …)
Desde mi pequeño
oscuro mirador
veía
esa pulpa
de vida
desasosegada
su engendro creciendo
su loco braceo
el clamor de pie
su estertor
(sesenta sesenta y uno…)
el miedo
lo quebradizo de todo
mi resuello!
©Rubén Lapuente
foto M. Gallego
contener la respiración era más
que un juego de niños
10 comentarios
ANGEL UTRERA BAZA -
Continuas sacando un increible partido poetico, de lo màs sencillo, y cotidiano, de lo mas natural, sin complicaciones ni frustracioneas.
Sinceramente muy hermoso.
María Socorro Luis -
Ygual, un abrazo. Soco
Ñoco Le Bolo -
Después de no sé cuántos segundos... te morías.
Yo aguantaba mucho, pero nunca llegue al punto del morir. Siempre paré el último segundo. Y sigo parando... en ese segundo.
Saludos
CristalRasgado ____________________________________
LaMiradaAusente
Berttucho -
Carmen -
irene -
Un abrazo, Rubén.
Noches de luna -
Pongo tu enlace en mi blog. Respecto a la foto, no hay problema, ya te he respondido en mi blog.
Saludos
Victoria
Zeltia -
Contrariamente a lo que se cree, los niños se toman las cosas muy en serio.
milagros -
ricardo -
de niño.Eso no se olvida.
Muy logrado.
Saludos