EL ÁNGEL DEL DOLOR
Mi madre me subía el cuello del abrigo para que empezara a nevar (C.Vallejo)
Camino de la calle Santo Tomás
entre hermosos cipreses
Cómo no pararme a contemplar
la desolación de este ángel
si la muerte siempre le va a doler
Me acercaría a pasarle la mano
sobre sus cabellos
sobre sus rizos de piedra
Pero ¿Tú me entenderías
si me vieras hacerlo?
¿Mañana no sería yo en tu mirada
o en tus labios aire o murmullo
de poeta enajenado?
Camino de la calle Santo Tomás
siento sus goterones
como los que yo me apartaba
con las palmas de las manos
cuando un silbido del vértigo
me despertó en el sueño
como un aterrorizado pez
Como este dolor infinito
de piedra alada
Sé que el mío tampoco se acabará
o es que el pavor del regazo
de unos huesos rotos
alguna vez dio lirios
Camino de la calle Santo Tomás
si te cuento esto
es para que no estalle en mi cabeza
Que aquí me siento
como ese ángel anclado a su dolor
al que quisiera pasarle la mano
sobre sus rizos de piedra
porque como a él
la muerte me va a doler a mí
siempre siempre siempre…
©Rubén Lapuente
Foto: cementerio municipal de Logroño
5 comentarios
virgi -
Hondo, bello, triste,
Otra vez triste.
Rubén, un abrazo
Zeltia -
es para que no estalle en mi cabeza
María Socorro Luis -
Besos dobles
Julio G. Alonso -
Salud.
Isolda -