EL REY DE LA ORILLA DEL MAR
Para conocer el mar
miro a mi hijo
El niño rey de la orilla
El único capaz de vaciarlo
en un hoyito
Le veo a la carrera
bordeando
los pétalos de espuma
de cada ola
huyendo
de esa suave lengua de agua
que siempre
le zancadillea
El niño rey de la nadería
pellizcando
lo que el mar le regala:
esa vega de luz
de escamas de plata
o en la rosaleda
de nácar de la arena
esa concha
que coge
la mira
la cierra en el puño prieta
y ya no la suelta
hasta que
en el bajío
del sueño
alguien
se la roba
Y embelesado él
siento como que el mar
le arrebata su pequeña memoria
Y me vagabundea
Si se me perdiera ahora
lo encontraría
en un instante
o borracho de arena en la orilla
o de pie en jarras
desafiando
las tarascadas
de las olas
o ensimismado
lírico entre las dunas
dejando escapársele
por entre los dedos
su puñado
de dorada
arena
Cuando ya le da la espalda la tarde
y me lo llevo
enarbolado
envejecido de sol y de playa
me vuelvo a esa luz
de esquirlas de acero
que el mar
me desnuda…
Mañana mi hijo
se despertará
como la mar
¡qué envidia!
naciendo
todavía
©Rubén Lapuente
(Peñiscola)
9 comentarios
Javier -
Zeltia -
he tenido que ir un par de veces al diccionario.
Y que envidia: quisiera sentir lo mismo que tú viendo a mi hijo, y poder expresar las emociones dle mismo modo.
Un abrazo, Rubén
CARMEN -
mucha -
virgi -
Siempre me tocas algún cordón del corazón, pero hoy te leo y te releo y me asombra tu poesía: sale luminosa del tuyo, enorme, como el mar donde juega y sueña ese niño afortunado.
Teresa -
Un beso
eloy -
Me ha gustado mucho tu poema, y me ha traido todo una marea de recuerdos y sensaciones
María Socorro Luis -
Leonel Licea -
Un abrazo.
Leo