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El cuaderno de poemas de Rubén Lapuente

DE CUANDO ENTONCES

DE CUANDO ENTONCES

 

De pronto

se estrella contigo

Y como guardas

aún

algo del oro

de cuando entonces

demoras

el soplo

o ese ademán de echarla

con la mano

Dejas que

su vida

te corra por la piel

La oyes tú

como carrerilla

de arrapiezo

por el piso

sus zapatitos negros

como de goma

te taconean

también

la vida

la tuya

detenida

Esa pequeña

escarlata

que

lleva el mismo morral

de siempre

que te pasa veloz

las hojas

del álbum

tan chiquita

y como no tienes

nada verde

ni las venas

son nervios

de hojas tiernas

como las manchas

no son

de su estirpe

como atisba

un desierto

sin ni un oasis

de aviesos

pulgones

deprisa

antes  de que levante

los élitros

la sueñas

como una

herradura

de siete agujeros

como un

trébol

de cuatro hojas

de cuando entonces

de las piedras

florecerían

buenaventuras

Y la soplas

Y no sueltas el hilo de su estela

               ©Rubén Lapuente

5 comentarios

Julio G. Alonso -

¡Tantas veces, de niños, jugamos con las mariquitas...! La ocasión de volver a sentir su tacto dedos arriba hasta alzar el vuelo ha sido el milagro de tu poema. Magnífico.
Salud.

Zeltia -

como guardamos aún ... de cuando entonces... por eso.

virgi -

Tienes el don de emocionar con tus palabras, bien en pequeñas cosas, como en las más trascendentales.

María Socorro Luis -

Digo con Isolda. Gran emoción que traspasa. De una deliciosa sencillez.

Besos para dos.

Isolda -

Rubén, sabes que si alabo algo, es porque lo siento. Este es un poema magnífico, lleno de una gran emoción. Me ha llegado al alma, como si esos zapatitos negros hubieran recorrido mi piel.
Miles de besos.