TIC TAC
A cierta edad
el tiempo
comienza a existir
Te cita un día en la sombra
de un perfil sorprendido en la pared
o de improviso
en un pliegue no visto de tu piel
o en la primera herida del aliento
que amas y respiras…
Y ya es del barrio
de tu bar
de tus besos
de tu espejo
Ya tiene la copia de la llave
que abre todo tu mundo:
Un huésped que contrata tu derribo
Menos mal que es
como un zumbido de abeja
que no se queda contigo a charlar
del bello ocaso en la blanca pared
que dará la última
sombra vencida
de tu cabeza
Menos mal que quien nos hizo
puso la melodía del tic tac
en su tono justo
que sería insoportable
oírnos el corazón en el silencio…
Y sentado en tu antesala
espera paciente
que en tu camerino
esa pequeña llama de dolor
lentamente o voraz
florezca terrible una noche…
A cierta edad
el tiempo comienza a existir
Y de puertas adentro
ya nunca seremos los mismos
©Rubén Lapuente
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