LA MUCHACHA DE LA DEHESA
La muchacha de la dehesa
Pastizal del alma
La que nace
vive y muere
en la misma casa
Joven
como una larga trenza
de luz del alba
Tiraba
de una maleta vieja
carretera arriba
Al salir el autobús
se atrevió
a volver la cabeza
y desde su balcón
toda la niñez
con lágrimas en la cara
la despedía
Llevaba en el tapiz
malva de la piel
rocío de luna en la yerba
De su pelo
colgaban
amentos de encina
por sus dieciocho
primaveras
Un vestido estampado
de marujas
de regatos de agua
le adivinaba
la cintura
de vasija en llamas
Y al llegar a la ciudad
extraviada la mirada
fijó en las pared
de la pensión
con chinchetas
una foto
de su atardecer
cuando la sinfín lejanía
empieza a soltarse
la cabellera de estrellas…
La muchacha de la dehesa
en el redil de la oficina
entre el graznido de las teclas
Oh era una dulce garza blanca!
©Rubén Lapuente
7 comentarios
ruben -
BdV -
bDeíca-r
virgi -
Sugerente y hermoso, Rubén.
Besos
CARMEN -
Ese olor que te impregna y permanece por siempre .Ese horizonte que nunca acaba y te envuelve con sus colores y olores. La dehesa y sus charcas. Esa luz y esas puestas de sol . Gracias por acercarme mi niñez .Mi casa, todo aquello que me envolvió al nacer y que lo llevo tan dentro de mí.
Isolda -
¡Pastizal del alma! Es una maravilla esa imagen.
Besos por dos, siempre.
María Socorro Luis -
Cómo dice Zeltia, huele a tierra y a primavera.
Besos.
Zeltia -
Y lo imagino o esos rasgos de la chica tan linda me recuerdan a otros?