AL OLOR DEL CAFÉ
Cada mañana
antes de entrar
en el agua
pongo al fuego la vieja cafetera
de aluminio
Y yo no sé
de dónde saca tanto olor
que me coge
allende el espejo
silbando
ya
al son
de su bufido
¿De dónde vienes
tan íntimo
como un beso
aroma?
¿De pisar en el lagar la negra noche?
¿De orear
las sábanas mojadas
de pubis trigueños
vienes?
¿Del otoño en las hayas?
¿De los ojos azabache de Teresa?
¿Es verdad que el ocaso
se va a dormir
como Marilyn
con una gota
de tu esencia
marrón canela la llamamos?
Me hueles
a aquella barca
en el embalse
con la bancada rota
A madre en el balcón
soplándose los besos
¿No era aire tostado
de la cocina?
A una tarde
de lluvia
girando lenta del asa la taza
esperando
el desamor
Cualquier día
en cualquier terraza
la vida
se sentará a mi lado
coincidirá conmigo
¿Y quedará algo más
que una embriagadora
brisa morena?
Cuando me siento
a la mesa
disfruto
viéndola beberse ese negro cuerpo
que le pongo al fuego
cada mañana
mientras
éste lirico tonto de quimeras
se desayuna
una dulce
y triste manzana
-costumbres-
ah pero con aroma
de café
©Rubén Lapuente
10 comentarios
mucha -
angel utrera baza -
mucha -
Isolda -
Precioso y sensual. No te quedes con eso, tómate una taza de café con todas esas sensaciones.
Besos.
eloy -
Hasta otra, Rubén. Un placer
Zeltia -
a mí es capaz de cambiarme la mirada hacia el mundo, pero hago unos cafés malísimos y, a pesar de cambiar de cafetera y de café las veces que sea necesario, no consigo encontrarle el punto que tienen otros cafés en otras casas, será quizá la mano de quien lo hace?????
[recurriré a veces a este poema, estoy segura]
bicos de bos días precisando un café deses!
Leonel Licea -
Enhorabuena y abrazos.
Leo
María Socorro Luis -
Besos y feliz noche.
CARMEN -
virgi -
Poeta.
Eso sí.