EL COMETA HALLEY
Era de noche
En mi pequeño balcón
colgado
de esa dulce ladera
de trinos
en aquel abril
tan limpio de oscuridad
magullado de números
de papeles
de oficina
con mi luna redonda de cristal
de espía del cielo
iba de rama en rama
de cada estrella
De pronto
sobre el alto
granero del agua
como una alada herida luminosa
como una cana melena
rota de viento
apareció el cometa
Ese trazo de tiza
atado a su radio
a su vida
Viajero de plata solo
que por primera vez veía
y por última
también
cuando regresara
a mojar su larga cola
de lumbre
pero ya sobre
el seco río del tuétano
de mis huesos
me señalaba
lo que en realidad era
tan sólo una breve
mirada en el tiempo…
Desde el zaguán
como si nacieras
me llamaste al verlo
con ese alboroto
de nido en el pecho
de chiquilla
que te salía solo
Cada atardecer
de aquellos días
jóvenes y enamorados
salíamos a robarlo del cielo
a bañarnos
en su indeleble fulgor
Oh cometa viejo amigo
por la flor de otros ojos
nacidos del amor
a tu vuelta
nos asomaremos
©Rubén Lapuente
Foto: cometa Halley en 1986 como lo vi
En el 2062 regresará
5 comentarios
irene -
Besos, Rubén.
virgi -
Ese paso de luz por mi vida me motivó a conocer más el cielo. A partir de ese momento, dediqué mucho tiempo a estudiar las constelaciones, las estrellas, un universo infinito en nuestra vida, tan pequeña.
Yo también he pensado tatuarme la Pléyades.
Muchos besos, polvo de estrellas para ti, poeta.
Rubén Lapuente -
Marís Socorro Luis -
Precioso.
Zeltia -
El 86 era...?
Un abrazo rubén, por este poema de la memoria