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El cuaderno de poemas de Rubén Lapuente

ANDREA

ANDREA

 

Es  Andrea

una de las chicas de el ángel

Hasta hace bien poco aparcaba su bicicleta

en la trastienda

que como la había carenado

del color de la novia

del viento

atada a una farola o a un árbol

de la calle

cualquier brisa loca de nada

se la habría robado

 

Y antes de ponerse

el uniforme amarillo

reparte sin más

los abrazos que quieras

Y te cuenta lo que quizás tú te guardes

por creerlo íntimo:

Que si su chico le dobló sólo para ella

las campanas de la iglesia de Igea

Que la suerte le ha regalado

un huerto urbano

Y que si ha plantado tantas escarolas

es porque de lejos le alegra ver

esa fila de soldaditos

de color verde con el del oro  

Que no pega ojo

por un perro del barrio

que no hay manera de acercarle

de tan tundido

ni un mendrugo de pan

Y mientras te lo cuenta

te crees que desayuna  

cucharaditas de cielo

por lo transparente

por lo de no correr nunca los visillos

  

Había ya aparcado

nueve meses la bicicleta

Que tenía un secreto en el vientre

Un atracón de vida

Y  la felicidad la medía en centímetros

Que sacaba cada día delante de nosotros

el metro amarillo de modista

para cerciorarse del todo

de que ese milagro

crecía y crecía

 

El martes

sobre la mesa de la oficina

me dejaron un parte médico de baja

Y  al leerlo fue

como si me asomara

a un oscuro pozo  

por donde se perdía

para siempre

ese saquito de viento helado …

 

Me dolerá buscarle los ojos cuando vuelva

Oh Andrea que no estás sola

Que también lo hemos perdido nosotros

                     ©Rubén Lapuente

2 comentarios

Julio G. Alonso -

No cabe más ternura en cada verso. Una delicia acompañarte en este viaje y milagro.
Salud.

Maria socorro luis -

Donde pones los ojos, brota el poema.. La vida en poesía.

Besosparados.