EL LENTO MUDAR DE LAS PAREDES
Soy un objeto
arrojado en un rincón
de una habitación cualquiera,
desde aquí contemplo
el lento mudar
de la vida:
Aquel tiempo que no vi de mi hijo
acercándoseme
como un hermoso paisaje
mío
íntimo.
La cepa de su cepa después
alzando visajes
de niña
acunando nuevos sollozos.
Vinieron luego
aquellos tránsitos
apresurados
de gentes
y gentes
que se cruzaron conmigo
aquí
como aparecidos
como temblores de arena.
Y aquel augurio antiguo
de rayuelas bajo el agua
que trajo el desasosiego,
el apremio,
el tumulto,
el saqueo en los armarios…
Y ese último paso renco en el pasillo,
la puerta cerrándose
con un enorme estruendo,
el silencio de la calle como un misterio,
la voz de la carcoma en los muebles
con esa duna amarilla
que aún avanza hacia mi canto…
El pausado polvo cubriendo
el cristal de la ventana,
la luz volviéndose
lúgubre,
casi,
casi ciega,
desde aquí,
y ahora,
sin poder saber nada,
contemplando
el lento mudar de las paredes.
©Rubén Lapuente
8 comentarios
latorredelossueñosesmeralda -
MARIA -
Joselu -
Ñoco Le Bolo -
Con ese lento mudar se marchan las vivencias que en ellas dejamos impregnadas.
saludos
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CR & LMA
ricardo -
un abrazo
zeltia -
María Socorro Luis -
Otro abrazo
milagros -
Precios Rubén. Felicidades. Un abrazo