PALABRAS DE AMOR
Le digo que me bese de puntillas
que gateen sus pies hasta mi boca
que si me alcanza,
le voy a dejar abrir
la caja de mis sueños,
le voy a pedir que se venga
a respirar conmigo,
con este medio paréntesis
abierto de vida y muerte
que necesita de un otro medio delante,
luminoso y creciendo.
Que no sólo nos hallaremos
sobre la ardiente piel dorada
del deseo.
Que nos encontraremos también
en los olvidos de la cocina;
en el sabor del errado e igual
cepillo de dientes;
enmarañados de crines
en el vértigo del lavabo;
en el agua gastada de la bañera;
en el duro perfil sorprendido
por un presagio de angustia;
en las huellas raídas de las sábanas;
en el olor quieto de las dos
mitades del armario;
en la noche que cambiemos
de lado en la cama
esperando inquietos soñar
secretos del otro;
en la ira de algún día
que su mano parará en mi boca.
Se lo iba diciendo todo,
mientras subía a mis labios,
y, poquito a poco, ella,
se fue atando a mi cuello…
©Rubén Lapuente
7 comentarios
ricardo -
barrychello -
Teresa -
Anónimo -
Un beso Rubén.
María Socorro Luis -
No dejes nunca de escribir.
Contigo en la poesía.
Soco
milagros -
Gloria -
Qué declaración de intenciones tan maravillosa. Cada promesa de futuro es una auténtica declaración de amor, y con tu permiso, subrayo una (y es difícil porque el poema es completísimo):
"en la noche que cambiemos
de lado en la cama
esperando inquietos soñar
secretos del otro"
Me ha parecido sublime, de corazón.
Un abrazo, poeta.