RISAS
Le digo
que me enseñe la sonrisa,
que quiero
verle la alegría.
Que me la rescate
del mar de su saliva
y adormecida,
que así,
le lleva a los ojos
un cielo
de noche de barracas
con bengalas
y bombetas…
Y que no se le acabe
nunca esa veta
de marfil de la boca.
Lo que daría yo
por subirme con ella
a lo alto
de su volantín
de gajo de luna.
Ay!
Pero como delante
de un milagro…
acalla,
emboba la mía.
Risa sin que yo la espere.
Mitad de la risa
por entre la rendija de la puerta
de su alcoba
y desnuda.
Risa enredada en su pelo,
o escondida en el ala de sus manos.
Risa entre los visos de la noche
con chiribitas
de topacio
bailando
en sus ojos.
Y todo antes de hundirme en su boca.
¡Ay!
Pero sé
que la va perdiendo.
Que del mismo brocal,
otra le nace,
mecánica,
disciplinada,
tamizada ya por los golpes bajos
que le da la vida,
o por el tiempo
que una tarde de otoño
nos alcanza…
Me doy cuenta,
al vérsela
de soslayo
reflejada en el barniz
de ciertas cosas…
…Y no es la misma,
no es la misma.
© Rubén Lapuente Berriatúa
Mi nuevo blog http://rubenlapuente.blogspot.com/
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