FLOR DE HOSPITAL
Estas camas sonoras
de sábanas vírgenes de amantes
cargadas de dolor rudas de miedo
que por duros pasillos de blancura
batiendo ojos
te llevan medio dormido
al ribazo del sueño
en armas de tu sangre
en las que despiertas
tras una puerta
sin cerrojo ni aldaba
que te trae primero borrosa
sombras de colores sobre la pared
voces a hombros de voces
la sorpresa luego del aroma blanco
almidonado de la enfermera
de la gris bandeja sin humo de fogón
de la eternidad de un periódico en las manos
de no ver nunca a nadie asomado a la ventana
de empezar a oler como a esa flor de hospital
que ya desde el zaguán de visita embebía
del recuerdo del olvido de aquella insoportable
agonía rítmica
de saber que al irte no volverás la cabeza
a donde obligan a morir
©Rubén Lapuente
Foto: Hospital de San Pedro de Logroño
7 comentarios
María -
De momento no hay sábanas hospitalarias en mis días. Un fuerte abrazo
Marís Socorro Luis -
Conmovedor. Siempre tocando almas.
Muxus
anónimo -
Zeltia -
Un abrazo.
irene -
Mis mejores deseos para todas esas flores que están allí, y que pronto puedan estar en libertad.
Un desgarrador poema.
Un beso, Rubén.
milagros -
Nadie se asoma a la ventana pero yo miro a través del cristal y desde una décima planta veo muchas cosas, hasta las torres del Pilar.
Abrazos
virgi -
Con fortuna, ahora duermo en la mía.
Besos, un guiño.