EL HUÉSPED
No me preguntéis
quién es
ni de dónde viene
Algunas veces coincide conmigo
Me aborda
como un corsario
en alta mar
Y me pinta una sonrisa
de rueda de luna
Y me hace tararear
baladas no escritas
Si me viene
su ráfaga de la calle
la aguja del reloj
apresura la sirena
Y con un brazo en mi hombro
se toma conmigo
un par de cervezas
Sé cuándo me habita
por la manera
de cómo me mira ella
de insinuárseme en una rendija
flechada
sabiendo que se le cumple
aquel sueño de niña
Algunas veces coincide conmigo
en la tristeza
Y me lleva hasta el balcón
que abre la vida
Y me enseña a vivir
allí con la muerte
asomada a los cristales
perezosa
Me gustaría
que se quedara
siempre conmigo
pero hay muchos días que no le agrado
Y recela
Y espera a que haga
una seña
cuando esté
de buenas
©Rubén Lapuente
8 comentarios
Mirthala -
Y Una relación bella y justa entre la palabra, la letra y la forma.
Me encantaría poder contactarte vía e-mail, si gustas envíame tu dirección al mío.
Un abrazo.
Teresa -
Cambia de fotografo la foto no te hace justicia en la realidad eres más guapo jejeje un beso
zeltia -
También tengo unas okupas que me joden la vida:
Angustia, que encima fuma y me echa el humo a la cara, y Ansiedad, que es una gorrona y a ésta no hay quien la eche.
Joselu -
ricardo -
Saludos
mucha -
besos
María Socorro Luis -
Un beso para cada uno.
Soco
Sonia -
Me ha encantado como lo defines, es muy preciso.!
Oye, pero cuando te sonrie...seguro que te quieres quedar con el siempre a que si!,.. que manera de hacerlo caray!!.
un abrazo fuerteeeee!