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El cuaderno de poemas de Rubén Lapuente

Mariamor

Mariamor

Hoy no se detiene mi corazón en la piel,

va muy por delante mío

con esta blanca y rubia luz trasparente,

con esta naturaleza

que necesita bien poco que la mire

para ser una parte mía.

¡Qué poco he tardado en habitarla!

 

Hoy no se detiene mi corazón en la piel.

Y con ella voy a mi arboleda,

a echarme con la cabeza sobre su vientre.

Y por primera vez siento el vértigo

del entramado de la vida bajo mi mejilla.

Ese maderaje que cobija

el empuje de memoria tras memoria.

Sazonada vasija de vida y muerte irrepetible.

¿Cuánto tiempo más voy a tardar en habitarla

si todavía me paro en su puerta

con los nudillos en el aire?

 

¿Porqué no recalar en cada herida

que trae a casa?

¿Porqué no asfixiarme con ella

si nos hemos elegido?

 

¿Cuánto tiempo más voy a tardar en vivirla?

 

¿Y si empezara por cambiar las formas?

Y ahora mismo.

Que todo diera un giro inesperado.

Empezar añadiendo

como un guiño suave mío

una hermosa palabra a su nombre:

 

Mariamor,  ese paisaje interior

pide una mano de belleza,” le digo

 

Y al mirarme,

mi cabeza ladeada sobre su vientre,

sonriéndola,

le enseño lo más oculto

que guardo.

 

Lo que no se arropa.

Lo que no muda nunca.

 

Y empiezo ya a sentir mi vacío.

 

©Rubén Lapuente

pintura de Maria Ortega Estepa

9 comentarios

Ricardo -

Envidio la riqueza interior en tus poemas, tan cercana a todos.

Teresa -

Si se entra en la vida de otro es para desaparecer poco a poco. La plenitud de la entrega.Qué dificil

Gloria -

Aún se siente ese vacío que ha quedado al final, tras Mariamor, por Mariamor, para Mariamor...
Maravillosa entrega, Rubén.
Un beso.

Juana -

Qué lindo el comentario que me dejaste, me has hecho pensar que talvez aún conserve algo de esa pureza, sería maravilloso.

Un beso.

juana -

Hola Rubén, intento dejarte un comentario pero falla la conexión. Tu blog me parece estupendo, me gusta mucho. Y por supuesto que me encantaría compartir comentarios. Gracias por tu visita y tus palabras. Seguieremos en contacto.

Un beso Rubén.

Juana -

Hola Rubén, me ha gustado mucho tu blog y sí, por supuesto que me encantaría compartir opiniones y comentarios contigo. Gracias por visitarme y por tus amables palabras. Seguiremos en contacto.

Un beso Rubén.

María -

Es todo un orgullo para mí que mi cuadro encabece un poema tan bello.
Gracias y un saludo, Rubén!

irene -

No sé por qué, al leer este poema me ha invadido una dulce melancolía. Es bueno no controlar el corazón, debe ser libre de elegir su camino, aunque a veces sea el más espinoso.
Preciosa la pintura de María.
Un abrazo, Rubén.

Zeltia -

Detenerse con los nudillos en el aire antes de llamar, porque asomarse al precipio, de la vida, lo es también al gran agujero de la muerte.