La chica de la tienda de golosinas
a las trabajadoras de El Ángel
Como una boca
que enseñara
su dulce paladar
sube la verja de la tienda
a toda la barriada
Antes
ha espantado el vaho
del frío
en la harina
Ha rebosado
de mil y una delicia
cada cubeta
Ha dejado escapar
el perfume
del caliente hechizo de lo recién
horneado
Y espera de pie la marea
de una avenida
Aquí compro yo el pan
los caprichos
y avanzando en la fila
miro a la joven
y bella
dependienta
que pesa en una oculta balanza
los dulces sueños
de la niñez
de muchos
Que en aljabas de papel
embolsa
barras de pan
como flechas de amor
Que como adalid del barrio
en ese cuento
de ladrones y policías
que siempre llegan tarde
registra los bolsillos
a niños angelicales
o a elegantes caballeros
o a los de señoras de alta cuna
por un escondido tic
de abanico flamenco
que les descubre
en las manos
Y la veo siempre
como con un tesoro
dulce en el regazo
como el mascarón de proa de la tienda
vencedora de los embates
de las olas del mar de azúcar
a veces amargo de los días…
Avanzando en la fila
al anochecer
ha sostenido ya tantas miradas
que cuando
me toca a mi
ya todos los caminos
todos los atajos
a sus ojos
los tiene ya hollados
De pronto
de la calle
como un trueno en el sueño
oigo un viril silbido
que la despierta
que la enciende
Entonces
llevándose
la última gominola
a la boca
de un tirón
baja la verja de la tienda…
Y es en ese mismo dulce instante
cuando ella
comienza a vivir
©Rubén Lapuente
Foto : Leyre :la chica de la tienda
de golosinas de el ángel de Gran Vía
11 comentarios
Carmen -
Teresa -
Un beso Ruben
Eva -
No cambies nunca y no dejes nunca de sonreir
Leyre -
Un besazo
irene -
Un beso, Rubén.
ñoco le bolo -
La chica de las golosinas es una golosina más entre ellas. Con esa cara me vendería todas las existencias.
Hermosos recuerdo nos traes.
Saludos
CR ____________________________________
LMA
Joselu -
Zeltia -
ya todos hemos estado en la tienda, respirando ese olor acogedor del pan y las chuches, con los ojos de la princesa de las golosinas, y también hemos percibido el cansancio de la jordnada, de lo repetitivo, y cómo le espera su novio sus amigos y baja la persiana y comienza a vivir. si, sí me encanta esta historia de barrio, rimada con versos, sentida con poesía.
María Socorro Luis -
"Que pesa en oculta
balanza
los dulces sueñps
de la niñez
de muchos"
Un encanto.
Besos. Soco
ricardo -
Saludos
milagros -