BAILE DE SOMBRAS
Ha sido una canción.
Su chispazo en mi sangre
me ha soltado los pies,
me los ha calzado de un suave y melodioso
vuelo de hoja muerta.
Siempre hay un recodo
que no le enseñas
que no le entregas
Y el baile te arranca de tu plácido refugio
Y te obliga
Te detalla
Te desenmascara
Y la he cogido tan dulce de la cintura…
La pequeñez del espacio
nos hace girar en el remolino
de dos miradas
de dos sonrisas
Imposible escaparse del acecho
sin tregua
de una boca, de unos ojos.
De pronto,
ahí en la pared,
en nuestras sombras
(¿el envés de la apariencia?)
cómo se siente el peso
de esta larga andadura juntos,
el cansancio también del viejo latido
del eterno amor
Si se diera cuenta ahora ella
podría hasta sumergirse
en este rio mío oculto
reflejado en el espejo
tan claro del suyo
(Oh cómo se entrega esta mujer)
por el que me cuelo
hasta donde ya no puede haber nada más
Alargo la melodía en mi garganta
en la última vuelta
que demoro con ella…
Y al pararnos
me fijo cómo dos sombras en la pared
(¿Por qué aún extrañas?)
se amalgaman.
©Rubén Lapuente Berriatúa
mi nuevo blog http://rubenlapuente.blogspot.com/
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