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El cuaderno de poemas de Rubén Lapuente

CORZA HERIDA

CORZA HERIDA

 

Me enseñas tatuajes

De venado

Tatúame uno de  venado

Ése

 Ése de ciervo me gusta

¿Sabes? Es ése hombre

que me decía

que en sus sueños

me hacía corza

Oh

Si no fuera

una ráfaga de bosque

 Si no me abrazara

una tormenta

Si no estuviera limpio

de mentiras…

Ése

Ése de ciervo

Que aún oigo su voz de campana

Y que yo lo vea aquí

hermoso

en la falda de mi pecho

sobre un jergón de mi carne

de esa

de esa temblorosa

Pónmelo aquí

donde más

me retumban los latidos

del deseo

Aquí

Y que

a una andanada mía

errante

mágico ciervo animado

vaya por las peñas

de mis huesos 

y me huelle

entera

toda

entera

Que ramonee

en la maleza de mi pelo

que buena mata

de azabache

tiene

Que teche

mis senos

de soledad

con sus zarpas suaves

Que a una salva mía

se haga animado

Y baje al dedal del amor

el belfo

de su húmeda boca

Y hasta lleve la cuenta

en un ábaco

en la cabecera de la cama

de cada pálpito

suyo

de bronce

en mi llaga

la que gime en penumbra

 

Ése

Tatúame ése de ciervo

que así

será como si llevara

siempre dentro

sus últimas gotas recientes de vida

                     ©Rubén Lapuente

                          (Salamanca)

4 comentarios

Julio G. Alonso -

Toda la piel es pálpito amoroso, tacto; todo el poema es sugerencia, suave erotismo, pórtico de promesas hechas de abrazos. Bello en sí y en su recitado. Enhorabuena, Rubén.
Salud.

Zeltia -

Lo leo por segunda vez, en voz alta.
y como va creciendo la emoción.

virgi -

Emoción a raudales, el tatuaje de la vida es doloroso, pero hemos de saborearlo.
Poeta grande, mi abrazo.

Isolda -

Duele como el propio tatuaje. Hay estrofas bellísimas, tan tuyas, pero me puede el dolor. Un eso fuerte.