SOLDADOS DE LA EDAD DORADA
Hay una guerra
que la tiene siempre
conquistada el tiempo.
Aún así Carmen
se ha alistado
como soldado de la edad dorada.
Y tan sólo
quiere creer ganar
una batalla
perdida.
De madrugada está
la primera
levantando heridos.
Y a los muy malheridos,
a esos que miran
a lo lejos
lo recóndito,
sólo les roza
un momento
al pasar
la mejilla.
Carmen
es una buena soldado
de la muerte.
Sabe que quien se apaga
lentamente
sólo desea
que alguien le tome de la mano.
Y se ofrece a darle
un último pequeño abrazo
si quien le vela
tan sólo son
las cuatro frías paredes.
Cuando regresa
a la noche,
sobre la cama
cruzada por el arco
de una espalda que estampa
su diaria fatiga,
me dice siempre que no sirve
para esto
que no puede evitar
encariñarse
de esas miradas
que le duele luego tanto,
y es tan a menudo,
tan pronto,
perderlas…
Me dice que
desde hace un tiempo
desde altos ventanales
ya les cronometran el cariño
que han puesto precio
a la brizna
diaria de ternura
que esto no debería
ser un negocio
que lo tiene decidido
que va a desertar mañana…
Y yo le pongo la mano en la boca…
Pero de madrugada
está ya la primera
levantando heridos
Y a los muy malheridos
a esos que miran a lo lejos
lo recóndito
sólo les roza
un momento
al pasar
la mejilla
©Rubén Lapuente Berriatúa
mi nuevo blog http://rubenlapuente.blogspot.com/
El 14 de enero en el hogar de Lardero. La Rioja C/ Marqués de la Ensenada, 6, a las seis de la tarde hablaré de esas pequeñas historias del corazón que deberíamos atrapar en la cárcel de un papel antes de que el hilo de la memoria, tan frágil a partir de cierta edad, nos juegue una mala pasada…. La memoria, nuestra patria, nuestro paraíso, nuestro refugio. Sin ella no somos nada, ni nadie.
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