PIRÓMANO

¿Qué alienta en el pecho de una hoguera
que fascina y a veces enloquece?
¿Todo surge del fósforo que avienta un niño?
¿De la mágica llama que no se deshoja?
¿O ya viene en el maldito azar
del abrasado ramaje de la sangre?
Aquí no hablo de un incendiario
de ese asesino de la tea
que compra y vende fuego
que sale canalla al monte
cuando el viento cálido arrecia
cuando amarillea el estío
y bajo los pies
le restalla la rama
Esa rapiña que vuelve
ya a un paisaje de pavesas
y miserable orina
Aquí hablo de un magnetismo
de una cabeza en llamas
de un ludópata del fuego
de un canalla enfermo
que ha mirado siempre
con luz de barrena la lumbre
que no conjura
que sale al monte
iluminado por una voz de fuego
que se sube al mirador del alto cerro
a contemplar
cómo salta su fogata
de copa en copa
Y espera allí
el ulular de las sirenas
las espadas de agua
los calderos alados:
Su velada con música
del crepitar de las llamas!
©Rubén Lapuente
Comentarios » Ir a formulario
Autor: barrychello
Fecha: 01/09/2010 12:56.
Autor: ricardo
Me hace entender la infamia.
Saludos
Fecha: 01/09/2010 14:59.
Autor: María Socorro Luis
Un poema magnífico.
Muxus
Fecha: 01/09/2010 17:19.
Autor: v
Pero de ahí a prender fuego al monte, hay un largo recorrido de obsesiones, maldades, desequilibrios...
Me entristece ver como un árbol se lo comen las llamas. Sereno, sin gritos, sabe de su muerte.
Fecha: 01/09/2010 19:41.
Autor: Zeltia
árboles centenarios agonizantes.
Llegan los gritos de los bosques a las ciudades.
Y, casi siempre, es un fuego buscado, premeditado.
Enfermedad o intereses, o ambas.
Hoy tu poema, sangra.
Fecha: 02/09/2010 00:55.
Autor: irene
Precioso tu poema.
Muy bonita la foto, aunque terrible.
Un beso, Rubén.
Fecha: 02/09/2010 12:35.
Autor: Teresa
Cuando el monte se quema algo mio se quema¡¡¡que verdad!!!
Un beso Ruben
Fecha: 07/09/2010 09:35.