SU ESPALDA
Hoy se ha dormido del otro lado.
Madrugada de su espalda desnuda.
De cada noche que tuve su cuerpo,
recuerdo uno distinto,
pero no de su espalda,
que detrás suyo oculta
que no la conozco.
Su relieve me lo daba mis manos,
que la leve luz me desnuda ahora.
El atlas que lo tengo
constelado de lunares
que no había visto.
Y los cuento.
Y los apreso.
Espalda sajada por el cauce
de suaves meandros
rubio trigal de mi infancia
con la sombra de la luz,
arriba ya de todas la dunas
abriéndole el envés de la piel.
Y ahora la tengo de luna llena.
Y mía.
Su pizarra rosada
que me escribe los versos
que olvidaré si se despierta.
(¡Quieta…!)
Si se mueve ahora
se romperá la magia.
(¡Quieta…!)
Y me acerco así casi sobre ella,
cerrándole la espalda…
que no se vuelva…
©Rubén Lapuente
6 comentarios
Naranjita -
Un abrazo.
Joselu -
vermella -
saludos y tú dirás que necesitas....
irene -
Me gustó el poema, quisiera poder escribir uno alguna vez, aunque sólo fuera uno, pero soy incapaz.
Echaré un vistazo por ahí abajo.
Un abrazo, Rubén.
Fernando -
Me encanta
haideé -
Siento la tardanza, mi conexión en ocasiones se vuelve lenta y torpe y me dificulta el acceso a los blogs.
Un abrazo