
la monotonía tiene una fiera
dormida en mis piernas
y tan sólo por esos quince minutos de ida al trabajo
por ese mismo escenario en cada calle de mi trecho
por el horizonte que despunta a ras de suelo
por el atajo
camino
a un sudor seco que me anula
un día
mi paso olvidado
dio un giro brusco
y probó por otra calle mi encuentro
lo igual asomaba distinto
un detalle
el perfume de alguien al cruzarse
un rostro dulce en la penumbra
la monotonía tiene una fiera
dormida en mis piernas
y otra mañana
hastiado del mismo recorrido
media vuelta
y cambié el rumbo
y ya estaba en otra avenida
cada vez me alejaba más de mi lugar de brega
mi ritmo era más vivo
más frecuente el viraje
y madrugaba inquieto en la maleza de otra calle
los rodeos me dejaban en la silla rendido
y empecé a llegar cada vez con más demora
mis evasivas
como mi rostro
eran ya toda una condena
pero había más pasajes
más esquinas sin doblar
más aire y vida sin abrir
que llevarme
más
y puede que entre medio alguna vez
me ocurra algo
distinto
©Rubén Lapuente
Autor: Joselu
En mi trabajo hay poco lugar para la monotonía. Esto de trabajar con adolescentes es altamente arriesgado, pero monótono no lo es, desde luego. Me gusta el camino al trabajo. También son veinte minutos. Me cruzo habitualmente con las mismas personas, que van al curro a la misma hora que yo, pero creo que no me suele resultar monótono. La vida me puede resultar desconcertante, dolorosa, sorprendente, pero creo que no monótona. Y menos en el mundo de internet, el de nuestros blogs, que es apasionante. Un cordial saludo.
Fecha: 31/01/2009 18:44.
Autor: ricardo
Entiendo el poema.El trabajo que no aporta nada a uno y la fuerza de dentro que te empuja a retrasar la entrada hasta enfermar.Poesía que se queda flotando despues de leerla
Fecha: 01/02/2009 07:18.
Autor: cuspedepita
No sé si por suerte, porque me cuesta adptarme a tantos cambios, la vida ya se va encargando de hacerme dar esa media vuelta cada poco, antes de que me pueda la monotonía. Mi camino es una hora en coche, pero cada pocos meses el recorrido, o el punto de salida van cambiando. Lo único seguro e inmutable es el punto de llegada: mi trabajo.
Un beso.
Fecha: 01/02/2009 17:41.
Autor: haideé
No hay monotonía, ésta es construida por nuestra mente. Son nuestros estados de ánimo los que hacen que la vida sea de un color u otro. Si cada vez que das un giro a tus pasos notas diferencia, imgina como será si haces esto mismo con tus pensamientos. Nada se repite, nada. Sólo es nuestra percepción. El poeta no va a dejar de ser poeta por ver la vida de otro color, es más, incluso puede hacer que el mundo sea mucho mejor.
Un abrazo
Fecha: 04/02/2009 10:49.
Autor: irene
Yo la llevé mucho tiempo, la monotonía la llevamos con nosotros, pero todo puede cambiar, en la misma calle, en la misma gente, en los mismos rincones, siempre hay algo diferente.
Un abrazo.
Fecha: 04/02/2009 22:29.
Autor: zeltia
la misma monotonía que nos aplasta, también nos protege, nos da la seguridad de lo conocido, la falsa ilusión de perdurabilidad
y qué bien mueves la pequeña pieza de la posible novedad, aventura con un solo cambio de ruta.
Fecha: 15/02/2009 02:07.