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El cuaderno de poemas de Rubén Lapuente

PEQUEÑO PESCADOR FURTIVO

PEQUEÑO PESCADOR FURTIVO

Para el niño

los playmobil

son casi sordos.

Y sobre ellos 

balbucea

su arenga

mojada en saliva.

 

Luego

les acerca al oído.

Escucha sus señas.

Y asiente

sereno

con la cabeza.

 

Sólo para quien

le espía

todo es una fábula.

 

Le faltaba capitanear

al que dispara

en el agua

balas de burbujas.

 

Y ha dejado

un vaivén

en la pecera.

Y le ha llevado

al universo

de su alfombra.

 

Del pobre pez cree

que su barboteo

y sus coletazos

son como los de

un perro amigo.

Y le registra

bajo las escamas

el botón que lanza

chorros

de granadas.

 

Pero el pez

se desmaya

como una princesa.

Y el niño,

lo agita, lo agita…

 

Algo ha hecho de malo

cuando vuelve

a dejar  un vaivén

en calma

en la pecera.

 

©Rubén Lapuente

2 comentarios

irene -

El empezar a vivir, la curiosidad, la inocencia..., así se aprende, aunque a veces sea a costa de causar daño, pero aunque sea una contradicción, ¡qué ternura!
Un abrazo.

Anónimo -

La crueladad de la inocencia... ¿pero es crueldad? No sólo es interes, interes por aprender y comprender... mas esta inocencia si es alegada por un adulto, ya no es valida, ¿y por qué no? si en muchos casos somos tan ignorantes como este bebe que absorto en su acción no ve más allá de ella...
Se tarda mucho en crecer, si, mucho...
Un abrazo