VERSOS DE PAPEL
“Los versos deberían zarpar de los aserraderos
Del fondo de un bosque donde vive
un viejo carpintero de garlopa y serrucho
y lluvia de serrín
con virutas enredadas
en el vello del pecho y los cabellos
como pájaros amarillos
como sortijas de la madera de un árbol
mil veces herido por mil flechas
de amor primero
Llegan en cofres
que atesoran esencias de la belleza :
esa marea que se cuela
por la lucera del corazón
que adrede entornas
perdiéndose como un misterio
en uno mismo
Para otros los versos
con brisa de vidrio congelada
en pantallas iluminadas de frío
Que vienen sin labios sin rubor
sin rincones…
Y sin sombras no hay belleza
Vienen hacinados
escondidos en un osario de palabras
que el azar de un dedo resucita
Los que amo nacen en el aserradero
Rumbo a la ensenada de las sábanas
Rumbo a la pequeña eterna fogata
de hojas vivas en el estante de la pared
Y todos con una nota a lápiz en un costado
para hacerlos así más de carne y hueso
para dejarles una llaga mía en el tiempo
a esos otros ojos que quizás aún no han nacido
y una noche resbalen también
sobre la suave duna de mis dos renglones
y me remueva en el olvido...
Versos como un amante de papel
cayéndose sobre mi pecho
dulcemente cerrándome los ojos
como la lluvia en una noche de amor”
©Rubén Lapuente
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Julio G. Alonso -
Salud.