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El cuaderno de poemas de Rubén Lapuente

CORRER, CORRER…

CORRER,  CORRER…

Correr, correr…

Cansar el cuerpo.

Domarlo.

Perro que se entregue a mi voz,

a mi pensamiento.

Ir pisando

la cicatriz del bosque

entre los robles, las hayas, los pinos.

Sin tregua.

Correr, correr…

Ser la estremecida hojarasca.

El latido del ciervo.

El músculo tallado del frío.

El chasquido inesperado de la rama.

Ser el árbol del cuerpo.

 

Correr, correr…

Sentirme criatura del jadeo.  

Médula de mi pequeño universo.

Catenaria confinando lo ocioso:

Punto en el centro de la diana

que agujereo.

 

Y todo para tenderme.

Tan afilado ya para el sueño.

Cansado, muy cansado…

 

Aún sin fuerzas para llamarte.

                              

                                         Rubén Lapuente

                                         (El Rasillo de Cameros)

2 comentarios

Zeltia -

qué dificil me parece expresar esas sensaciones, y más en poema: ser los seres del bosque, el aire, los sonidos. La criatura del jadeo. uff, muy dificil, muy dificil me parece; porque mira, que yo no corro, pero sí recuerdo la sensación de mi cuerpo casi al límite inspirando el aire, cuando todo se concentra, el centro de la diana.
felicitaciones.

Teresa -

Correr, correr, como duele el camino hasta que lo alcanzas, el sentirse sin fuerzas para llegar a meta