SU ESPALDA
Hoy se ha dormido
del otro lado
Madrugada de su espalda desnuda
De cada noche
que tuve su cuerpo
recuerdo uno distinto
pero no de su espalda
que detrás suyo oculta
que no la conozco
Su relieve me lo daban mis manos
que la leve luz
me desnuda ahora:
El atlas de su espalda
que sobrevuelo
siguiendo esa larga veta
como de labor de costura ciega
que por un momento
me la devuelve
muñeca de trapo hilvanada
frágil mortal por primera vez…
E hilando cuatro lunares
ya tengo esa carreta de la aurora
atada a su rucio alegre
que cubro de zagales de verano
de dehesa de…
Hay ocelos de topacio naciendo
Tiene rezagadas pecas fugaces
de algún coletazo
de aquel cometa perdido
en la memoria de la noche
de su sangre…
Hasta que rubia de luz
del trigal de mi infancia
la tengo Y mía
Su pizarra rosada
en la que escribo estos versos
que se me borrarán
si se da la vuelta…
(¡Quieta…!)
Oh Si se mueve ahora
se romperá la magia
(¡Oh quieta quieta…!)
Y me acerco así
casi sobre ella
cerrándole la espalda…
que no se me vuelva…
©Rubén Lapuente
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