REGALO DE BODAS
De una trenza
de su celaje de hebras
como una roseta
de guirnaldas
empieza
la bruma
de su belleza
Desde la platea
de la oficina
sentado en mi butaca
mientras
impaciente
espero oír
un maullido tras la puerta
mientras tecleo
en el ordenador
bagatelas
la recreo
dentro
de su cuento
de amor de princesa
enjaezándola
con esa venda
de tocado
bajo la barbilla
con arracadas
que titubean
a la vez
voces
de plata
atando
a la lanza
de su amante
su pañuelo
de seda
o asomada
a la ventana
con sus dos largas trenzas
de escalera
a la alcoba
de su piel
de luz de rosicler
que bebe
del surtidor
del alba
Hasta que
un maullido tras la puerta
me despierta…
Mientras ya cuchichea con su gata
“Que ya me hurga
en el corazón”
me dice
Teresa
que se desposa
©Rubén Lapuente
Para Teresa y su gata Bolita, mi regalo de bodas
4 comentarios
Laura Caro -
Un abrazo, Rubén.
virgi -
Una belleza la chica, no menos tu poema, una monería el minino.
Besos.
Con alegría y satisfacción
Zeltia -
cantan los versos, brincando.
que alegre poema...
Isolda -