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El cuaderno de poemas de Rubén Lapuente

CLARO DE LUNA

CLARO DE LUNA

Antes de que amaneciera

se ha levantado

de la cama

Con un pañuelo

de tocado en la cabeza

ha vuelto

para despertarme

Oh  Ya ha sucedido

Y aún no quiere

que la mire así

Me enseña

lo que nos anunciaron

Lo que duele

Lo que derrumba:

Mechones

entre  los dedos

arrancados

tan sólo

con mesarse los cabellos

Oh no le digas nunca ya lo sabías

Oh dios

Le pasa sólo a ella

Y a nadie más

Y a nadie más

 

Frente al espejo

Sentada

Por la acrisolada redondez

de su luna nueva

viajan mis ojos

que siguen la corriente

de sus lágrimas

hasta el abra de sus labios

en donde beso

el  “Yo no soy así”  

el  “Yo no soy así”

que susurra

y susurra

Me pide que aderece 

bajo la nuca

el remedo de ondas

que incómoda se ciñe

Y a la calle  le digo

 

En la luna de los escaparates

 la veo cómo se busca

cómo se atusa

la bella mentira

cómo ensaya una sonrisa

en cada reflejo…

Oh  siempre coqueta!

                            ©Rubén Lapuente

7 comentarios

Victoria Heitzmann -

Oh no le digas nunca ya lo sabías

Oh dios

Le pasa sólo a ella

Y a nadie más

Y a nadie más

Son los versos que más me han llegado dentro de tu hermosísimo poema. Al leer los comentarios veo que ya se me han adelantado, pero, es cierto: Sólo yo, sea cual sea la causa del sufrimiento puedo decirlo.
Ánimo y fuerza
Un beso
Victoria

María Socorro Luis -

Tiene tu amor y el triunfo de la vida.

Todo lo demás lo vencerá con sonrisas.

Abrazo a vuestro abrazo. y besos

virgi -

Emoción, Rubén.
Mucha.
Su cabello volverá a desparramarse por la almohada y el perfume de la vida inundará la estancia.
Un abrazo.

Zeltia -

Lo mandé anónimo, el comentario.
Anónimos serán muchos ojos que se habrán paseado por este poema sin dejar una huella, pero conmovidos.
Es fácil imaginar la escena (y el reflejo,coqueta), no tan fácil "sentir" lo que sentirá. Ni siquiera tú, supongo.
Porque ya sabemos eso de que nadie puede vivir el dolor por nosotros, nacemos solos, morimos solos.
Pero como ayuda tener un amor en el camino.
Y lo digo yo, que estoy sola ahora. Echo de menos amar, pero sobre todo que me amen como tú amas a tu chica.

Anónimo -

No sé si es porque estoy sensible, pero he visto el camino de las lágrimas, y las mías le siguieron.
Estoy emocionada, toda la intimidad que enseñas...

Anónimo -

Soy asidua de tu blog y hoy me atrevo a entrar porque me siento identificada con ella. Te pido que sigas con este proyecto de "La otra vida" donde cientos de mujeres estamos en ella. Lo plasmas muy bién "No me digas que ya lo esperaba" esas palabras sobran y tan sólo pedimos un abrazo y un silencio para poder desahogarnos y saber que estais ahí y seguir adelante, que en ello estamos.Todos los que nos quereis sufriis con nosotras y a veces no sabeis cómo ayudarnos. Tú poeta lo haces con estas líneas. Gracias y adelante.

Isolda -

Qué hermoso título para un poema duro. Pero ahí está ella ensayando su sonrisa; en poco tiempo será maestra en sonrisas, solo interrumpidas por tus besos.
Hoy los míos van en forma de pañuelos para que no sepa cuál escoger y se mire en los escaparates en tu compañía.