LA CALLE LA VENTANA
Vino el progreso
a mi calle
Vino con su burbuja
Con su curare
Con su luz
de baratija
Enjambres
de golondrinas
al fulgor del dorado
adobe de babel
vinieron
Anidaron hacinadas bajo estos
aleros de madera
Vino como una
sombra marcial
su zancada
Tomando las aceras
Desviándonos
las miradas
Deshaciéndonos
los rostros…
Vino y
la vieja calle
deprisa
bajó del altillo la maleta
Yo tenía
una ventana frente
a mi balcón
Por ella se asomaba
la mitad de mi mismo
Yo tenía
el rumor del sueño
combado subiendo de una
niña muy adentro
Del portal
cuarenta y tres
ella bajaba
las escaleras
tentando la baranda
a trompicones
hacía su rayo
de luz
del sol de su infancia
cuando la calle
me decía
era un celaje
de guirnaldas
una larga almazuela
de tiza
¿Irme a otra calle?
Volvería siempre aquí
en la nostalgia
o en la tristeza
o en la espera
y tan sólo
con apagar la luz
cerrando los párpados…
Y yo
no bajé del altillo la maleta
Oh pena
que no llegara a tiempo
de ver que en lo que dura
un milagro barrieran
los coches
alfombraran la calle
plantaran bancos
de madera
y bajaran espigadas estrellas
negras…
Oh pena
que no la mojara una
lluvia de pétalos
blancos de magnolias…
Y era lo poco
que ponían
tan deslumbrante
para lo que teníamos
que parecía
como si todo
fuera de mentira
dibujado
como si todo saliera del polvo
de estrellas
de una varita mágica
Que frente a mi balcón
tenga
su ventana
ya es tener
el mejor rayar del día
Ahora en su mismo cuarto
más apretado que el suyo se asoma
una niña mulata
que siempre deja caer la roseta
de su regadera o
una cinta amarilla
de su trenza a la calle:
su diaria coartada por
bajar por esas
escaleras
a trompicones
tentando la baranda
hacia este nuevo
sol de su infancia
Por los mismos peldaños
hacia aquel otro sol
tropezaba ella…
Sé
que no es nada
que a uno
le ate una ventana o un
rumor de comba
subiendo…
¿Pero no es esa
infancia de abajo la
de mi madre?
¿Y cómo abandonarla?
Si aquí duele
menos el pavor de esa
silueta de tiza
en el patio
cortada
por los alambres
Si aquí la veo
crecer eternamente
hasta que me nazca
©Rubén Lapuente
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Julio G. Alonso -