BALAS DE CORCHO
De vez en cuando
mi hijo me invita
a entrar en la guerra
a que tome las riendas
de una venganza
o las de una salvación
y por detrás del arma
de este pulcro héroe virtual
que toma mi nombre
a quemarropa
voy disparando
Me dicen
que le regalo violencia
que aliento
su larvada
fiereza
Que haga una pira
con todo esa
ponzoña bélica
Me lo dice
esa hermandad
bienhechora
que intenta guiar
su ventura
sus pasos
cuando
el simple
afilado dedo
de una mano desnuda
bastaría
para tirotear
todo lo que se asoma
se mueve
Le compro el guión
de lo que lee
de lo que oye
de lo que ve
Y siempre
será el héroe
a este lado del mundo
Mi hijo juega
a restaurar la paz
manipulado claro que si
pero como los de la otra bandería
que siempre serán
o han sido
el mal
el imperio del mal
¿Que le compro violencia?
Si no hubiera habido
sarracenos
Ni conquistadores sanguinarios
Ni piratas
Ni nazis
Ni delincuentes
Ni kamikazes
Ni mafia
Ni bin laden
Ni odio
Mi hijo tendría una paloma blanca
de mascota
por la casa
o la biografía
de todos los amaneceres
Reflejo de la vida
que nos toca somos
son los juguetes o deberían ser
Yo cuando en aquella película
los comanches
raptaron a la chica
o en otra viendo a todo el séptimo
de caballería
por los suelos
al pelirrojo Custer
flechado como un San Sebastián
acabé con toda la tribu de la pluma
A Caballo Loco le colgué
del palo mayor del fuerte de madera
Y de nuestra guerra civil
que oía en la cocina
tocada lenta en la curtida cicatriz
de la piel de mi padre
la lidié de niño
en la última calle de arena de Miranda
alistado de soldadito
en unos de los dos bandos
echado a suerte
jugábamos a dispararnos
con balas de corcho
hasta formábamos
un pelotón
de fusilamiento
con una de esas balas
encasquillada:
era la de fogueo
Recuerdo
que mi verdugo de pupitre
me ponía
su oído frio
en mi pecho cerrado al aire
Y yo me demoraba en la muerte
Sólo quería recordármelo
Y aún
se me escapa
media sonrisa
como si sin esos juguetes
yo no sería ahora
el mismo hombre
creo que bueno
Recordármelo
mientras
me dejo matar
©Rubén Lapuente
4 comentarios
zeltia -
Mi hijo desde pequeñito también jugó a videojuegos violentos. Todavía lo hace hoy en día, juega en red y conquista mundos desconocidos, desarrolla habilidades, estrategias... mientras en la vida real todas ellas no sirven para tener una vivienda digna, un trabajo decente.
Toda la sociedad tan enferma...
Julio G. Alonso -
Salud.
cuspedepita -
virgi -
Besos, Rubén.