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El cuaderno de poemas de Rubén Lapuente

ISABEL Y JOSÉ

ISABEL Y JOSÉ

 

Fue cuando la habitaba el dolor

que Isa y José venían a casa un rato a verla

Creo que eran los jueves 

Él trabajaba la madera

La vestía  de bella piel desnuda

La hacía flor  

La nacía

Le veías en las manos

el hilo de su casa en Matute

que se la hizo él solo

con piedra y talados pinos

negros de su amada Soria

De muchacho

entró en una carpintería

Y de hombre ya maduro

ha tenido que salir 

malherido por ese falso corazón

de avaro ladrillo hueco

y sin ni una viruta de oro

de madera en el pelo

 

Venían a la tarde

Y sabiendo de su miedo

de su futuro temblando

de su paro que se agotaba

ni  les veías un rictus de incertidumbre

Sólo hacían que por entre

los labios de ella

asomara sonriente 

los dientes del cansancio

 

Ahora han cogido en arriendo

una tienda de su barrio

Y ayer

tirando del carro de la compra

nos presentamos allí

Y pusieron el grito en el cielo:

Que cómo veníamos

Que no estábamos  obligados

Que no era nuestra barriada

Que veníamos de muy lejos

Que no teníamos que hacerlo

 

Quizás ya no se acuerden

de cuando la habitaba el dolor

e iban a casa un rato a verla

Este perfume de huerta

no es el mío- nos dice José – al irnos

Nosotros sí que sabemos

que será todas la semanas

creo que los jueves

el nuestro

                    ©Rubén Lapuente

a Isabel y José

3 comentarios

Julio G. Alonso -

De lo cotidiano, con ternura, haces poesía de la buena, de la de verdad, de la que conmueve con la amistad y la solidaridad y tantas cosas buenas. Sigue mirando atento a la vida y sus cosas que parecen pequeñas y que nos hacen tan grandes.
Salud.

Isolda Wagner -

Así son, como dice Soco. De dentro, de siempre. Besos, Rubén.

Maria socorro luis -

Son tan entrañables y humanos tus poemas... Es un dulce placer venir a tu rincón.

Un abrazo doble