EL BIOMBO
Nos hemos comprado
un biombo:
El último cerrojo
de nuestro dormitorio
Y le ha dado
un aire
como de suite de saloon del oeste
desvergonzado
En una de sus hojas
descansan
mis pantalones
Vivaquea
de una esquina
mi camisa
Si fuera un cowboy
colgaría también
el sombrero de ala ancha
las botas con espuela de estrella
con cinco puntas
y la cartuchera
con la culata
de mi revólver
asomándose
como una víbora de plata
Luego entra ella
por un lado y…
¡ale hop!
planta
su sostén en el medio
como si luego fuera a enjabonarse
en una de esas bañeras
de patas con garras
de bronce de leona
Tiene allí en lo alto
algo de triángulo
celestial
Una prenda
que si le oigo su pequeña tralla
me evoca
dos proas por la casa
dos lebreles sin bozal
dos turgencias…
¡Oh! “La gauche divine et á droite aussi…”
Que si duermes
toda la noche
sobre ellas
olvidas los sueños
amaneces sin memoria…
Luego cuelga la falda y…
¡ale hop!
aparece
por el otro lado
la misma
pero oh qué distinta
Viendo todo eso
en tu cumbre
biombo
Sólo nos queda
apagar los móviles…
Y encima
con
tarde
de
lluvia!
©Rubén Lapuente Berriatúa
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