SIRENA
Es cuando la belleza cae rendida
como un dócil sol mojado
que la oigo lejana
Su canto como si me devanara
un hilo de niebla
Si ella no habitara
en el fondo de la ausencia
no existiría no la oiría
Y siempre lejana
desterrada en el vacio
para no ser de nadie
A veces es la herida del viento
en la escollera
o el callado murmullo
de pronto de un torrente
peñas abajo
Está en la balada mía que tarareo
sin haberla oído nunca
Cierro los ojos para saber
qué palabras mías
pronuncia en el sueño
Para baldear del pozo de su boca
el tremor de mi alma
Y porque nace y vive de la ausencia
sé que nunca podré abrazarla
que su canto de sirena imposible
va cavando mi sola melancolía
©Rubén Lapuente
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Isolda Wagner -
Besos, Ruben