LA CAMA DE LATÓN
Oh desván de chamarilero
Oh sucia y oscura cama de latón
Oh las cosas
Que te llaman
Que se acercan a uno
Que al final son parte de ti
Me la llevé con toda su mugre a El Rasillo
Y con alambrilla de acero
y sin prisa
le hacía amanecer
el viejo sol de su cobre y de su estaño
Y a cada adorno
a cada cristal
a cada barrote acanalado
le iba arrancando
la bocera del aire
el cansancio del metal
los sueños de otros
el olor del viejo amor
el vaho de la muerte de su cabezal
Y apareció
así
radiante
como si naciera allí mismo forjada
en el crisol de mis manos
Aun no he dormido en ella
pero seguro
que será su lecho
como echarse a la sombra
de un sol de mimbre
como si navegara en una barca
por las aguas del sueño
de mis amores
Sonora cama
para acompasar su gemido
al vaivén del amor
La vestiré con una colcha de hilo
de la estera de seda malva
que tras las lluvias de abril
esmalta la dehesa
o del sueño
de aquel hayedo
que me acomodó un jergón
de hojas de oro cansado
de acuciante tálamo…
Cuando yo ya no esté
la venderán seguro
al verla así sobredorada
cegadora
inalcanzable
Y sé que alguien
la encontrará en un desván
de un chamarilero
Y con mi misma
ternura
y silencio
volverá a limpiarla
pero
ahora
de
mí
©Rubén Lapuente
a Juan Galbete
4 comentarios
mery -
Julio G. Alonso -
Salud.
virgi -
Ya sé que algún día estará en otras manos.
Besos besos
Maria Jose -