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Se muestran los artículos pertenecientes a Abril de 2014.

LA NAUSEA

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Estás boca arriba en la yerba

y en un tris  sin pensarlo  ya te has subido

a la grupa de esa nube

al lomo de una que parece un pez puro del cielo

y que te lleva a recorrer la tierra

ésa que de pronto alguien desde dentro tuyo

se la imagina como una pizarra azul

y en donde todo lo que se mueve

deja una estela de tiza tras de si

sí   que desde el cielo

fueran rayas de tiza rastro de la existencia

caminos de vida de tiza

la única huella al ir pasando

tú solo ves eso

líneas que van y retornan

que avanzan que bailan…

ese blanco roto de ovillo de años

lo vas viendo enmarañarse...

cada historia

la tuya también

es un garabato de yeso

y sólo desde el cielo se ve así

lo ves tú así

rayas como estelas avanzando

de casa  a la fábrica  al bar  al sueño

se entrecruzan  se confunden

unas lentas otras tendidas  inmóviles algunas

rematadas ya por un cabo de quietud…

y tú a la espalda de una nube

de la que aún no sabes

que va encinta de olvido

o de oscuridad de sueño

o de aguaceros

hasta que su lluvia borra las rayas sin vida

las que ya nunca se moverán las borra

en ceniza de tiza las diluye…

y tras la tormenta

otra vez las líneas

que vienen  que vuelven  que avanzan

que bailan…

la tuya también garabato

parado ahora boca arriba en la yerba…

 

y te viene la nausea

                            ©Rubén Lapuente

EL LIBRO DE LOS DINOSAURIOS

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Hoy me ha cogido de mi biblioteca

un libro animado

De esos llenos de desplegables:

El de dinosaurios que se levantan

y saltan tras abrir la cubierta de cartón

Y frente a esos enormes viejos

amos de carne de papel de la tierra

emergiendo del fondo del libro

vamos viendo fascinados

en cada doble página

cómo cobran vida

Y más al ir leyendo esas historias

de huesos y huellas en las rocas

de nadie ahora vivo

o el de su misteriosa desaparición

 

Es mi vecino de casi cuatro años

que si le regalo mi tiempo

de un rato infinito e íntimo cuando pasa

lo hago a cambio de cobrarme

esa estela de aroma de yerba

de niñez recién cortada que tiene

o a cambio de ponerme

debajo de la lluvia de oro de su risa

Y es que cuando la vida para uno

empieza a ser ya una cuenta atrás

menos mal que viene

este pequeño “Dino” de relevo

que me deja  paladeando

esa huella del asombro de la inocencia  

en esta piedra mía del corazón…

fósil que nadie descubrirá mañana

                 ©Rubén Lapuente

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