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Se muestran los artículos pertenecientes a Mayo de 2012.

SUAVES DÍAS DE MAYO

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Suaves días de mayo

como de caricia

de amura

peinando

el agua

Ella sale al jardín

a tender

bajo el arco iris

de sus ojos

su cuerpo

de trapo

Suaves días de mayo

trayéndole

agua

de la fuente

de caños

de rápidos

de río

que se bebe

casi a mordiscos

“Que sólo siguen

la corriente

los peces

muertos”

me dice

 

Suaves días de mayo

viendo

la primavera

de sus uñas

que amarillearon

un día

y el viento

se creyó

que eran

hojas de otoño

o cómo

las llagas

en la boca

le parecen ahora

 flores  

de don diegos de día

o de don diegos de noche

que se cierran

al rozarlas

con la lengua

Y me dice

que oye crecer

cada uno

de sus cabellos

que las hayas

deben sentir

ahora

en mayo

lo mismo

Y que le sabe a fresa

la fresa

Que cómo cabe

tanta dulzura

en una gota de miel

Que ya no le viene

ese sollozo

mudo

sin pestañear

como si llorase

una piedra

o el olvido

 

Suaves días de mayo

paseando

en los que su brazo

rodea mi espalda

hasta  

colgarse

de mi hombro

como si fuera

mi brazo

como si yo ella

       ©Rubén Lapuente

       (El Rasillo de Cameros)

CABAÑA DE PLATA

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De la cabaña

sobre el ciruelo

ya se fueron los niños

Un rincón para no crecer

 “¿Subo?”

El pedaleo

de sus piernas

tiene aún

viveza de chiquilla

y su gesto

al volverse

entrando

“¿Subes?”

traviesa frescura

de mujer

 

Para tropezarse

siempre

esta covacha

nido del sueño

de este leñador de tristezas

con ella ya saliendo

de su tina

de quimio y rosas…

¿y por qué ya no

limpia de muerte?

 

“¡Oh sube ya!”

 

Para que vea

en mis ojos

su estrella

llamo a la celestina luna

doble del embalse

y al encendernos

la luz de la mesilla

la cabaña

sobre el ciruelo

parece

la alcoba de plata

de la luna

 

Para no crecer

bajábamos

las escaleras

de dos en dos

como chiquillos

                ©Rubén Lapuente

              (El Rasillo de Cameros)

Foto: mi cabaña sobre el viejo ciruelo

AVIÓN DE PAPEL

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Es la belleza niña

hablándome

esperando

a que doble

y desdoble

pliegue en acordeón

levante

espigados

alerones

ponga

de horma del viento

arambeles

de cola

a una hoja de papel

Es la belleza

de verle

de puntillas

salvando enrejados

con la barbilla anclada

al barandal

con los dedos tirando de sí

Es su grito alocado

en la zozobra

del  fallido vuelo

cayendo

como una serpentina

o como un orgullo

en su desmayo

Es la belleza

servida

en su puro rostro de asombro

aplaudiendo

como si tocara

unos platillos

a ese nuevo avión de papel

que volaba

sereno

a media ala

y que de pronto

cuando iba ya del codo

de la suave brisa

una cabriola

caprichosa

del viento

nos lo trajo

de vuelta

ya como carne de luz

que guardo

como un tesoro

©Rubén Lapuente

            (El Rasillo de Cameros)

LA PELUCA DE CARMEN

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“No te irás al cesto del olvido, no.

Cómo  hacerlo si me has dado

la estima en lo más duro

de estos días de otra vida.

“Ésa .Cógete  ésa.

Que pareces una  francesita”

De color rubio y chocolate

entreverado, calcaba mi pelo.

¡Y me ha ayudado tanto!

A asomarme por la ventana

de mi burbuja

sin que me adivinaran

sin que me miraran

desde donde miraba yo

A ser cómplice de mi silencioso

naufragio hasta en la cola del pan.

Cuando me crezca más el pelo

tendré que dejármelo  así

con ese corte tan chic:

Tu francesita Rubén

Pero mañana volveré  a ser

yo misma del todo

Saldré sin remedo, sin vergüenza.

Con esta suave nieve plateada

de mayo sobre mi cabeza.

A volver a rozar, al pasar,

las arrugadas mejillas

de esas lejanas miradas  

del Centro de día

que la otro tarde, de visita ,

pocas de ellas me reconocieron.

Que me vean con la señal

de esta palabra que ya no da

tanto miedo: cáncer

Y que la vida sea sólo

y siempre ahora hoy sábado

como la de este henchido sol

que te acaricia si te ofreces.

Que no recuerda ni amaneceres

ni crepúsculos.”

   ©Rubén Lapuente

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