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BESOS EN BICICLETA

Eres joven mientras vuelas
mientras pedaleas
Sentado en el sillín
de la alada bicicleta
suena por detrás
el timbre del manillar
de su corazón
y lírico
vuelves la cabeza
a los besos que te siguen
al parpadeo del sol
en el mareo de oro de sus piernas
desnudas
Dos tumbadas
bicicletas
en la orilla de la alberca
junto
al rebujo de la ropa
caída
acuciada
de empellones de vida
Vuelves la cabeza
a su lámina
en el frio de la ciudad
bajo los primeros copos de nieve
entre radios
de ruedas de luz
de tardes de besos en bicicleta
sobre la vida
que sonríe
joven
mientras pedaleas
mientras vuelas
©Rubén Lapuente
ALAS ARRIBA

Sobrevuelo mi ciudad
Alados brazos de avioneta visto
Sobrevuelo miles de historias parecidas
Sabía que navegando los cielos
mágicamente te vas vaciando de ti
Que la pesadumbre no escala nubes
y se queda ovillada en su nido
de bruma esperándote abajo
Sobrevuelo pedazos del puzzle de vida
que de pronto descorre los tejados
a la carrerilla de ir a abrazar y registrar
los bolsillos de padre
al bajar de las escaleras
tentando la baranda a trompicones
hacia el dulce sol de la niñez
Mi piel mojada hombrea aún junto
a la plata del río corriente abajo
Me sube el perfume de los parques
de muchachas en flor
Sobrevuelo aquel corazón mío roto llagado
eterno menhir enquistado en la memoria
a mi madre asomada a la ventana
bajándose en silencio su crepúsculo
los días de otra vida de ahora
con el silbido de hoz de un intruso
barriéndome el estómago
desde la miranda del aire
como si yo fuera otro
como si la carne mía pulpa de luz
El piloto vira el aeroplano
y el horizonte se desequilibra se curva:
asoma el perfil del trompo de tierra en el vértigo
de su viaje oscuro que revuelve belleza
con la nausea del por qué hay algo y no nada
Regreso como antes de encaramarme
Recojo el morral del pesar
Un viento rezagado intenta levantarme los brazos…
Zigzagueando voy buscando unas alas…
©Rubén Lapuente
Foto de José I.Toyas
Real Aeroclub de Logroño y Rioja
MASCARÓN DE PROA

La muchacha de madera
La de la roseta de golpes
de agua en las mejillas
La de flores de algas en los cabellos
La que suena en su caracola
voces lejanas de lirio
Hecha para morirse de mar
A un marinero de arboledas
le ha embriagado el corazón
Por la roda de su casa la sube
hasta un sombrío cielo de lucera
Arrancada
de su viejo bauprés de goleta
la sirena varada
tallada con gubia de viento
de lluvia de olas
de albas de océano
llama con su honda caracola
a lejanos mares perdidos
Cada día sube a mirarla
Cada día por los ciegos
ojos ahogados
se le sueltan a la muchacha
de madera
dos gotas de agua salada
Y ella no sabía llorar
©Rubén Lapuente
A Jorge Escobar Calderón artesano chileno de hermosos mascarones
CABALLO

Antes de que conquistaran tu grupa
la vida era un papel de seda calcando los días
La tierra tenía el radio de una zancada
La imaginación viajaba a pie
Ahora debajo de una huella de hombre
está la tuya
está nuestra historia
que antes de tiempo nos has traído
al galope caballo al galope
Subo a mi sierra
Al maretazo del mar de pie
de tu talle
Al carámbano de enero en tus crines
Caireles de tu frente imito en la mía
Subo a ver porque así mira sólo el caballo
dulces ojos tristes y salvaje
te querría del viento siempre
Oh hermosura sin altivez
Oh garra sin saña
Toda la pureza del hombre
sin su vileza me mira
Pero aunque ya no eres nadie
Aunque de otra montura ya nos bajemos
Qué suerte
Vives como si todo fuera a ser eterno
Oh joven vela temblando
rumbo matarife!
©Rubén Lapuente
Foto: manada de caballos en Sierra Cebollera. La Rioja