Facebook Twitter Google +1     Admin

Se muestran los artículos pertenecientes a Mayo de 2011.

EL GUERNICA

20110501110702-fragmento-guernica-bombardeo.jpg

¿Vienes de ver el Guernica de Picasso?

Te acercaste a la pintura como te dije

sin intentar comprenderla  limpio

como si vieras una noche estrellada?

 

¿Te imaginabas que pudiera alguien

dibujar así el horror de la guerra

tal como si rasguñara en el estómago?

¿Sabes que cuando la bombilla se mece

la única coraza de los inocentes

es apretar los dientes cerrando

a la vez los ojos?

¿Cuántos sádicos quedan que aún

piensen que bajo los tejados

sólo habitan alimañas

estrategias para descorazonar

al enemigo?

¿Seguiste el grito de dolor

de la mujer hasta perderlo

por el filo de su lengua?

¿Le viste los ojos convertidos

en laguna de lágrimas?

¿Y los pechos lacios de pronto?

Duele ese dulce rostro dormido

de muerte de su niño en los brazos

¿verdad?

Su naricilla caída del revés…

Y es que todo el lienzo es sufrimiento

 

¿Sentiste al final el desasosiego

de ese enorme alarido en la pared?

 

¿Y al salir a la calle maldijiste

la historia que tenemos?

 

¿Lo hiciste así?

                              ©Rubén Lapuente

 

Foto: fragmento de El Guernica

El Guernica en 3D

ODA A MI GLICINIA

20110514192442-glicinia-de-mi-casa-en-el-rasillo.jpg

Ahora la llamo

la niña de mis ojos

Pero

¡Qué de primaveras yermas me dio!

“¿Otro mayo sin florecer?

¿Es que no te encuentra

esta tierra tu acuarela?

¿Ni el temblor de un aroma

gatea por tu savia?

¡Maldita suerte!” - le decía

 

La mimé tanto

para el frío en el invierno

que acolché su jergón

con la melancolía

de sus hojas

de otoño

muertas

 

Y esa estampa

en la pared

Radiografía

de su sueño dormido

la podé

como aguzaría

 un orfebre

el amanecer del diamante

      

Y fue

de vuelta yo de un viaje

Como en un olvido

Cuando la vi preciosa

al fin

recostada

en el lecho de piedra de mi casa

ofreciendo  

sus racimos de flores

como una piel de mujer

meciendo sensual

esa vulva de pétalos

a la codicia

de todo un valle

 

Yo no sabía

impaciente de mí

que para

sobrevivir

necesitaba tiempo para hacerse

tan hermosa

Y hasta hay veces

ahora

que la llamo “bella ramera”

cuando la liba un enjambre de abejas

a la vez

 

Y tengo el olor

de su voz malva

Y oigo ese viejo e íntimo rumor

que la abre

que boga fugitivo

en Todo

que me saca de mi encierro

¿eterno?

glicinia

en su reverso

                            ©Rubén Lapuente

                            El Rasillo de Cameros

        Foto: Mi glicinia

LOBOS

20110522111333-el-lobo-iberico.jpg

Siempre lo parirá la sierra

con esa lejana mirada de aviso

de amarga miel

Ha regresado a su refugio de estrellas

con el eterno pecado

de aparecerse

en la garganta de una oveja

¿Cabe esperar otra cosa

de un animal carnicero?

 

¿Quién pone el grito en el cielo?

¿En tu casa dormiría el jilguero

en el cubil del gato?

Ah!  Que los rediles son de viento

Ah!  Que el negocio no da para un pastor

¿Me dices que en aras del beneficio

habría que acabar con el lobo?

 

Viene con  la misericordia

de un decreto sobre sus lomos

que le vuelva a recortar

en el ocaso su silueta

¡Por cuántos caminos le iban dejando

una dulce carnada de muerte!

¡Qué camarillas de bar! ¡Qué estrago hicieron!

Y es que sólo mata por matar el hombre:

El peor animal sobre la tierra

 

 Venía de amamantar un imperio

Y Perraut

Los hermanos Grimm

le hicieron un flaco favor feroz

Y otro lo iba paseando

de sanguinario licántropo

 

¿Sabes que ama a su hembra hasta la muerte?

¿Que son fuertes  nobles  inteligentes?

¿Que su manada es una escuela de vida?

Ya quisiéramos tener los valores del lobo

 

Cuando te pidan tus niños

que les leas un cuento

donde diga  lobo feroz

o que viene el lobo

¿Por qué no te atreves  a cambiarlo?

¿Que tal sonaría  político corrupto

o ruin banquero?

 

Deja al lobo

-le da igual si no hay luna llena-

aullando en la noche

su pureza

               ©Rubén Lapuente

Foto  la mirada del lobo de Miguel A. Domínguez

El lobo como todo animal salvaje tiene el derecho de existir en su estado natural. Este derecho no depende de su utilidad para el Hombre, y deriva del que tienen todos los seres vivos a coexistir con él como parte integrante de los sistemas ecológicos

Ha vuelto el lobo a la sierra riojana, desmitificarlo como animal sanguinario con la leyenda negra y falsa que aún subsiste es una tarea difícil de ganar

BELLO DOLOR

20110526185114-bello-dolor.jpg

Lo estoy viendo nacer

Oh venero del dolor

Casida del llanto

 

Y me mira

Y se me acerca despacio

toda hecha bruma

 

¡Oh! ¡Qué marea!

¡Qué  alud!

¡Qué llaga tan clara!

 

¡Oh! ¡Qué temblor

de sus ojeras de mar

herida!

 

Qué importa

si de amor muerto

gime

¡Oh pulgares míos

descorriendo

sus lágrimas!

 

¡Si me ha elegido a mí

para arrancárselas!

 

Oh rota mujer

sin palabras

que no me conoce

 

En la almohada

de mi pecho

hundida

¡Qué bello dolor

me clava!

                 ©Rubén Lapuente

a A.M.

BAILE DE SOMBRAS

20110530230330-sombras-ruben-y-carmen.jpg

Ha sido una canción

Su chispazo en mi sangre

me ha soltado los pies

me los ha calzado

de un suave vuelo

de hoja muerta

 

Siempre hay un recodo

que no le enseñas

que no le entregas

Y el baile

te arranca

de tu plácido refugio

Y te obliga

Te detalla

Te desenmascara

 

Y la he cogido

tan dulce de la cintura

 

La pequeñez del espacio

nos hace girar

en el remolino

de dos miradas

de dos sonrisas

Imposible escaparse

del acecho

sin tregua

de una boca

de unos ojos

 

De pronto ahí

en la pared

en nuestras sombras

 (¿el envés de la apariencia?)

cómo se siente el peso

de esta larga andadura juntos

El cansancio también

del viejo latido

del eterno amor

 

Si se diera cuenta ahora ella

 podría hasta sumergirse

 en este rio mío

oculto

reflejado en el espejo

tan claro del suyo

(Oh cómo se entrega esta mujer)

por el que me cuelo

hasta donde

ya no puede haber

nada más  

 

Alargo la melodía

en mi garganta

en la última vuelta

que demoro con ella…

 

Y al pararnos

me fijo

cómo dos sombras

en la pared

(¿por qué aún extrañas?)

se amalgaman

                              ©Rubén Lapuente

  

     Foto mi sombra y la de mi mujer

Blog creado con Blogia. Esta web utiliza cookies para adaptarse a tus preferencias y analítica web.
Blogia apoya a la Fundación Josep Carreras.

Contrato Coloriuris