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Se muestran los artículos pertenecientes a Noviembre de 2010.

CLARO DEL BOSQUE

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Dime que te gusta

que me levante

temprano

con el primer rayar

de los versos

florecidos en el sueño

 

No me digas

que te despiertas

sola y helada

si de un sólo soplo

bajo las sábanas

prenderías 

el ascua

de mi carne viva

 

Dime que te gusta

que te traiga

el pan heñido

El que nace a la vez

que la luz

Y magullado

por mi boca

 

Dime que te gusta

verme con el torso

desnudo

a mediodía

sudado

de broza  de azada  de jardín

de sal de la tierra

en los labios

que me restallan

ante tu piel

de hembra

 

Dime que te gusta

ir conmigo

al atardecer

a ese claro del bosque

donde ante tu cuerpo

casi desnudo

se arrodilla

soberbia

la naturaleza

                    ©Rubén Lapuente

                   (El Rasillo de Cameros)

ARRUGAS

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Voy a romper los espejos

Los que te enmiendan

Los que perturban esa piel

que se cansa de tanta tersura

de ser de luz

 

No me digas que quieres

limpiarte de penumbras

¿Cómo vas a deshebrar

lo que ha tejido la entraña?

Si son sus banderas

¿Y si te cambia ese gesto

ese esplendor único

que permanece en uno

que se nos adelanta siempre

como un perfume?

¿A quién mirarían?

Si al final sólo te amarán

por una manera de ser

 ¡Oh!

¿Quieres amargo consuelo?

¡Si esa piel de naranja

se me hace tan tersa

como la de una dulce manzana!

¡Si a ese leve velamen del cuello

le basta con un pañuelo

de seda encendido!

¿Que ahora se desmaya  tu pecho?

¿No lo toman mis manos

orgulloso?

¿Cuántas arrugas tuyas

las he labrado yo?

 

Voy a romper los espejos

Los que te enmiendan

Los que te perturban

Los que te hacen soñar

con turgencias de oropel

con frías lancetas sin memoria

 

Ven asómate

Mira el sol en su declive

En su viejo ocaso tan limpio

¿Por qué no puede ser el nuestro

igual de bello?

                       ©Rubén Lapuente

IN CRESCENDO

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Arrastrabas

un cilindro de madera

engastado con cegadoras

llaves de plata.

Y parecía sostenerte

abrazado a tu niñez.

 

Con su tímido sonido

huías al fondo de la casa

y atrancabas la puerta

como la de una ciudadela

para que no nos llegara

el estridente arpegio

de un aprendiz sonrojado.

 

Pero, poco a poco,

fuiste quitando cerrojos,

dilatando el largo listón de luz,

acercándonos lentamente

los colores del sonido.

Y el ámbito de la casa

se fue poblando de escalas,

adagios, sonatas, fantasías…

El aire espeso de olas de notas,

vivía, vive con nosotros.

         

Y ya, qué importa

que el haz del tiempo

te mire y lo sigas,

que nos dejes con su lejana

espalda dibujada.        

Si rezuman las cosas melodías.

Si tenemos grabado en el tuétano

la partitura de tu vida.

                     Si ya somos

náufragos felices en el aire

eterno de tu música.

                               ©Rubén Lapuente

     Foto:  mi hijo Abel

SÍNDROME DEL TÚNEL CARPIANO

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De los malabares

con una tijera

y un peine

en el espejo

vive

Yo me recreo viéndola:

Me levanta olas de cada greña

Les corta su pizca rebelde

Sabe por dónde se traza mi crencha

A qué altura se suicida el flequillo

Cuándo mi melena ya vagabundea

 

Y todo mientras

a mi espalda

una cálida brisa femenina  

del fondo de su ser

no sé cómo

me envuelve

no sé cómo se me clava

tan hondo

 

Luego  busca

en los ojos míos del espejo

su oficio

mi asenso fiel

y furtiva

oh

deja caer

como muerta

la mano de la tijera

agitándola

como si viviera

otra vida

 

“Me cruje como hojarasca”

me dice en voz baja

 

Ahora está herida

Tiene la muñeca abierta

La dueña me dice

que “padece

síndrome del túnel carpiano

una secuela natural

de los gajes de este oficio”

¡Qué farisea!

Si sabrá

que todo viene

de horas de más sin trueque

sin tregua

De la ansiedad

de que

tras la puerta

se le oyera

el quebrar de sus ramas

 

Ahora al pasar

miro por la luna del escaparate

si ha vuelto

Y si la busco

no es como mujer

como deseo

sino sólo

por esa única cálida brisa

femenina

de oro

una vez al mes

                             ©Rubén Lapuente

Foto : La mujer que me corta el pelo

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