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Se muestran los artículos pertenecientes a Agosto de 2008.

AQUEL CUERPO MÍO

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Voy a recobrar aquel cuerpo.

Y ahí me voy a quedar.

 

Se movía como cuando

dejan de mirar el tuyo:

Sereno, sin sentirlo.

 

No envidiaba al viento.

No se envenenaba de azar.

 

Se ponía de pie

de una sola pirueta

desde lo más alto

de la litera del sueño.

 

No tenía rumor.

Desnudo,

bajo su diario diluvio,

salía puro,

igual que como empezó

a la luz del mundo.

 

Voy a recobrar aquel cuerpo.

 

Y por detrás de esa mirada

de flecha herida de luz verde

que azora y arrebata,

ya he dejado tendidos mis ojos.

 

Y bajo ese cielo de la boca,

la mía aguarda

por el señuelo de sus labios,

el sabor eterno de aquellos besos.

 

No voy a hacer caso del espejo.

Ese cuerpo lo he recobrado

porque lo he vivido.

Lo siento mío.

 

¿Qué más da que pueda ser

sólo un ensueño,

si tú, amor, y yo nos lo creemos?

 

                                  Rubén Lapuente

AMOR EN LA BARCA

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La he llevado al embalse,

a esa enorme alberca en el valle.

Desde la bancada me mira

mientras  voy remando

hacia el centro del silencio.

 

Se desnuda.

Se zambulle en el agua.

Adrede  demora  su aliento

oculto  en cada burbuja.

Y emerge abrazada a la proa

como un mascarón vuelto

al embate de mi deseo.

 

En la barca su espalda mojada

se cierra sobre mi pecho.

Y  los remos de mis  brazos

bogan por su piel erizada.

 

Dentro de mí

hay un valle anegado de miedos,

de amores, de dudas,

y  ella lo cruza, lo vadea,

lo decanta con su hermoso

cuerpo de pez dorado.

 

La he llevado al embalse,

a ese aljibe de mi corazón

que ella  sólo abraza.

                                Rubén Lapuente      

LA OTRA

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Uno no sabe bien porqué se enamora.

La piel es joven.

La mirada rebosa de luz.

Andan por ahí los hados…

Y el cuerpo

enseña su pureza:

se estremece.

 

Le basta un resplandor.

Un chispazo y  prende

nuestro cuarto oscuro.

 

Así  fue.

Pero en aquel  rostro enamorado

surgía  por momentos

otra cara

que se borraba

que reaparecía en un gesto:

 

En aquella sonrisa era otra.

En ese arrebato era ella.

En la tristeza eran las dos

en una  misma cualquiera.

 

Cada vez  me perturbaba más.

 

Uno no sabe bien de qué se enamora.

Pero aquel  rostro

en tantos instantes revelado

¡cómo me fascinaba!

 

Fue en el fondo de una caja,

reparto de vivencias

que acostumbra la muerte

donde encontré la revelación.

 

Ahora las distingo más claramente.

 

¡Me he aprendido tan bien

los rasgos de ese velado rostro!

 

Sé por la dulzura cual me besa.

Por el deseo

cual turba mi piel bajo la ropa.

Por el amor

cual me llamará antes

al verme hundido.

 

No se lo diré nunca.

 

La que me muestra,

la otra.

La que yo vislumbro.

La que me hechiza.

Es la de la imagen hallada

y  que oculto.

 

La niña que no se ha ido.

 

Que aún vive en ella.

                              Rubén Lapuente

20/08/2008 21:07 rubenlapuente #. LO MÁS MÍO ( 23 ) No hay comentarios. Comentar.

UNA ROSA, UN POEMA...

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                                              La casa está encendida (Luis Rosales)

No me ha visto nadie.

Soy un ladrón de una rosa

de las que nacen de la sombra

de una tierra enamorada.

Que su olor te detiene

y te obliga a cerrar los ojos.

 

Una rosa, un poema…

Para su cansancio

de tantas idas y venidas.

Para la angustia  de contemplar

una  lenta y larga agonía

de su misma sangre

que le ha prendido

en la mirada, la tristeza.

 

Una rosa, un poema…

Que le he dejado sobre la mesa

como un temblor de luz

en su oscuridad:

    

    "Esta rosa ha nacido   

     de un abismo.

     Ha rasgado una sombra

     enamorada.

    Toda su hermosura

    viene, como la tuya,

    de muy adentro.

    Rodéala, respírala,

    abrázala, agótala.

    Pero pronto,

    amor, pronto.

    Que el tiempo no respeta

    la  belleza.

    Que no te  descubra

    en un recodo

    vacía, desolada.

 

   ¿Oyes?, amor, pronto.”

 

No me ha mandado

ningún mensaje.

Al llegar a mi casa,

era de noche,

miré hacia arriba

y vi iluminadas las ventanas.

 

¡Sí, todas las ventanas!

 

¡La casa está encendida!

 

                           Rubén Lapuente

                         (El Rasillo de Cameros)     

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