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El cuaderno de poemas de Rubén Lapuente

AMOR MÍO ( 22 )

EL VIAJE

EL VIAJE

Eh amor  Tú

déjate llevar

Tú 

mientras viajan mis versos

por tu cuerpo desnudo...

Quieta  

Tú  quieta

Sólo es un poema

Tal vez para cuando no me encuentres

o para cuando no te encuentre yo

Empieza en tu boca

De ella bebería

como los labios del caballo

entran ávidos

en los abrevaderos

a espuertas a saciarse

Luego

por el barranco de tu cuello

Por esa rama de alerce

pondría mis manos

grandes

curtidas de bosque

ahí quietas

hasta que oyeran el murmullo

del único sueño

que vuelve a tu corazón

 

En tu pecho

me quedaría un largo rato

uniendo colinas

Desentrañando el enigma

de esas dos aréolas

como rosetas de niña

como turmalinas

de ajuar del tiempo

que se me agigantan

si cierro los ojos…

En esos timbres

gemelos del amor

llamaría sin descanso

con mis labios

con el rodar de mis mejillas

con los besos

me abrirías…

 Así 

Déjate llevar

Tú quieta

Que en tu cintura…

¡Que copie aquí el alfarero

la suavidad del tiempo!

resbalaría mi mano

por esa curva imposible

de dulce tobogán…

hacia la encrucijada de tus muslos:

mi ensenada

tu herida de placer

mi olla del amor

tu espejuelo hambriento de alondra…

 De dónde huye la muerte

Y después te miraría a los ojos

para entrar en tu cuerpo

como lo hace la voz

el olor  el aire  el miedo

como lo hace el amor!

        Rubén Lapuente Berriatúa

 mi otro blog http://rubenlapuente.blogspot.com/

RISAS

RISAS

Le digo

que me enseñe la sonrisa,

que quiero

verle la alegría.

Que me la rescate

del mar de su saliva

y adormecida,

que así,

le lleva a los ojos

un cielo

de noche de barracas

con bengalas

y bombetas… 

 

Y que no se le acabe

nunca esa veta

de marfil de la boca.

 

Lo que daría yo

por subirme con ella

a lo alto

de su volantín

de gajo de luna.

Ay!

Pero como delante

de un milagro…

acalla,

emboba la mía.

 

Risa sin que yo la espere.

Mitad de la risa

por entre la rendija de la puerta

de su alcoba

y desnuda.

Risa enredada en su pelo,

o escondida en el ala de sus manos.

Risa entre los visos de la noche

con chiribitas

de topacio

bailando

en sus ojos.

 

 Y todo antes de hundirme en su boca.

  

¡Ay!  

Pero sé  

que la va perdiendo.

Que del mismo brocal,

otra le nace,

mecánica,

disciplinada,

tamizada ya por los golpes bajos

que le da la vida,

o por el tiempo  

que una tarde de otoño

nos alcanza…

 

Me doy cuenta,

al vérsela

de soslayo

reflejada en el barniz

de ciertas cosas…

 

…Y no es la misma,

no es la misma.

        © Rubén Lapuente Berriatúa

 

Mi nuevo blog http://rubenlapuente.blogspot.com/

PARADA Y FONDA

PARADA Y FONDA

 

La que te mira

desde donde siempre

Dispuesta

En cualquier lecho

contigo alegre

La que alguna vez

algún golpe del decoro

o alguna voz

o algún silencio

de la envidia

le entra por las vecinas

paredes de la casa

Y ni se tapa la boca

Ni rasguña tu hombro

Ni muerde la almohada…

 

La que no se azora

 

La que sabe

que si grita

si gime sin pudor

regala una montaña de hombría

 

La que por el blanco cielo

de los ojos

le ves dos lunas

húmedas   ebrias

perderse  imborrables

rumbo al pajar

de las delicias

 

La del badajo del corazón

que te golpea en el miedo

de lo que sabes:

nunca será para siempre

 

La que la mano

del sueño de la noche

lentamente

le va inclinando

la dulzura

de sus ojos de higuera…

 

Ésa  Esa mujer

¡La de parada y fonda!

©Rubén Lapuente

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SOLAMENTE TU MANO

SOLAMENTE TU MANO

 

Solamente tu mano,

tenerla como un sapito que duerme así contento…

                                         J. Cortázar

 

Mira  

al tiempo que vuelan

sobre los párpados

esas chiribitas

que espolvorea

la luz de la mesilla

al apagarla …

ya me da la mano

Y no pierde ni un segundo

No creo que sea

para regalarme

el tesoro mejor de su sueño

que antes no me la daba

Se aprieta a algo

que ha perdido

Quizás sea porque

valiente

le ha dado la espalda

a esa gragea que subía

a su campanario

a descolgarle

el badajo de la noche…

Y  mira  

ahora tengo

algo sencillo

y cálido

y hermoso:

Un puente

como hecho

de latidos de mimbre

por donde pasa

en el silencio oscuro

su rumor

con su perfume granado

Y me sabe

como a savia tibia

como a fogata

en noche de luna ebria

de arena dorada

Ah  Y se está bien así

Yo dejo  arriba los ojos

para vernos

sobre la cama abierta

en una bella silueta

que me entretengo en recortarla

-Y  Oh  Sí  Lírico siempre-

con tiza de luz de noche blanca…

Y  yo  vernos así

sin moverme

ella dormida

como si de ello dependiera

la armonía de nuestro

pequeño mundo…

Pero antes no me la daba

Y no me regalará

el tesoro mejor de su sueño

pero mira lo que he ganado:

tenerla así

como si me cruzara un río en la noche

hacia el estuario de mi sueño

hacia verlo morir

                      ©Rubén Lapuente

 

DESERTORES

DESERTORES

 

Si digo que

eran imanes de seda

acierto

Hoy regresan

Me han hecho una señal

casi invisible

secreta…

Guardianes

de una madriguera

a cal y canto sellada…

Hoy desertan

Habrán dejado ya

una correa

desatada en el páramo:

Ése de balas de paja rodando

Y en donde silba el viento

de la herida memoria…

Hoy regresan

Si digo que fueron

ascuas de estrella

en el rocío de un trébol

sobre mi pecho

acierto

Son los que

se suben al templete

de la plazuela

con revuelos de falda

bajo lunas de romería

Los que te acorralan  

y te maniatan

y te arrojan

a un barranco

de caderas

sobre la colcha aún dormida …

Subirán ahora

 por desmontes

salvando viejos caminos de espinos

hacia sus altas cuencas

ciegas

a encenderlas

con teas de jade

traídas de las arenas de un rio

de aguas lavadas

de su  memoria…

 

Hoy regresan…

Desertores

Y esos ya nunca

vuelven  la cabeza!

                           ©Rubén Lapuente

CAREO

CAREO

 

Tú la cumbre

yo el rebeco

Tú el rayar del día

yo el rocío

Tú el botín del corazón

yo el bandolero

Tú la barcarola

yo la taberna de puerto

Tú la rosa

yo el rapaz del patio

Yo rasguño

de espuma blanca

tú el acantilado

Yo ojos de jaguar en celo

tú flanco desnudo

Yo soldado caído

tú la lluvia en mi rostro

 

Yo hueco en el lecho

tú la mano dentro

          ©Rubén Lapuente

UNA PALABRA

UNA PALABRA

 

Una palabra

entre los dos

De mí para ti

A solas

Esa palabra

que atraviesa

la piel como un milagro

Que

al perderse

se esconde

en todos los rincones

de uno

Pero ¿cuál?

¿Vida?

No  Esa no

Mejor otra

Que vida lleva

 a su espalda un Judas

Un sicario

Un circo de lágrimas

No

Y tan dulce como “cariño”

 Tampoco

Que pronto se repite

como  muletilla

Oyéndola todos

Que empalaga

No  no

“Cielo” es demasiado bella

Etérea

No se clava como un rejón

Tan remilgada acuarela

tampoco

“Corazón”

a ratos valdría

Pero es demasiado directa

Puede sonar a falsa

A retahíla

Para una llamada

dulce es única

Para abrir la piel como un libro

de versos a la noche 

es arrolladora

Pero no  no

No es esa

“Amor” sí

Pero es incompleta

Por lo rotunda

Puede que no diga la verdad

Abarca preludios

Muy suave suena a deseo

Pero al final muletilla  también

Y no  no  No es esa

Una palabra entre los dos

A solas

De mí para ti

Que curve la mirada

Que evoque toda la memoria

Mejor que cariño

que cielo  

que amor  que vida

que corazón

Una palabra

como una dulce

tormenta

secreta

mojándonos

Desnuda y vestida a la vez

Sin cuentos

Una palabra  una palabra…

¿Esposa?

Oh sí

¡Sí!

¡¡Esposa!!

                ©Rubén Lapuente

AGUA NÁUFRAGA

AGUA NÁUFRAGA

 

Que su barreño

sea como una terma

Como caldas dorándola

Que mi mano

de amura

le tome la fiebre

al agua

Y qué voy a hacerle

si ella me lo pide

No lo harías tú igual

si luego su mirada

de telaraña

de oculta almadraba

te lleva

a esa tina

de agua

desnuda?

 

Mi sirena varada

que tira

del hilo suelto

de su falda

de espuma

y escamas

Oh atorada tijera abierta

Oh pozo de sus piernas

Y arremolinados

siento su carne

como si me hundiera

en la duna

de una espalda

que ahora

dulcemente

me besa

Oh tarde

de sábanas de agua

Hasta que

sus labios

me sepan a moras

Hasta que

sus yemas

carne de pasas

Hasta que

la voz

de sus dientes  

titiritando

me la haga más niña

 

Luego

vaciando la bañera

mi mano

achicando

el agua en fuga

la siento

como agua vestida

perdiéndose

entre las ramas de mis dedos

rozándome

como si fuera

agua náufraga

       ©Rubén Lapuente