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El cuaderno de poemas de Rubén Lapuente

BREVES MOMENTOS ETERNOS( 23 )

AINA

AINA

                para Rubén y Eli

Nadie entiende la vida.

Quizá sólo desde un milagro.

Mírala,

como todos

Aina empieza de cero.

Ahora ella no sabe 

qué es esto que la envuelve,

que la arropa,

que dulce la zarandea :

ella mueve sus bracitos

como aspas de un molinete

aún tarambana

como si espantara

las primeras luces oscuras.

 

Mírala.

La vida que nunca mira atrás,

es un calco,

un papel de seda,

la misma eterna calcomanía 

de una hoja  

que nace y se agota

y reverdece y…

Mírala.

Esta infancia primera

que no le dejará memoria

-que nadie recuerda la suya-

vívela con ella,

no te la pierdas,

es única.

Deja tu montón de papeles,

y corre, corre,

entra en esa muñeca

de dulce carne de preciosa lana…

Sí, ahora que mil veces

la vistes y desnudas

y bañas, y duermes

en el suave vaivén de los brazos,

tan frágil,

recuerda que fuimos

este mismo cálido panecillo 

de harina de rosa

y agua

de tiemblo de estrella…

 

Mírala,

el tiempo la hará crecer, trastear,

balbucear, unir silabas…

cuando te pida el álbum de su vida

y quiera saber,

desde su primera luz

cuéntale esta infancia  

que desde el asombro

estás reviviendo

que también es la tuya:

la misma

que no recuerdas.

Cuéntasela, entera, minuciosa,

de pe a pa,

mientras en el espejo

la peinas, la vas desenredando,  

muy suave,

esa rebelde melena de oro

que ya se le adivina …

 

Mírala,

ahí la tienes,

es un pedazo tuyo,

tu relevo,

es tu memoria

en el collar del corazón

de sus cuatro letras.

Y es esa dulce manecita

que se agarra a tu dedo

que crecerá y crecerá

hasta que pueda  

tomar la tuya,

cuando la vida,

esa que nunca mira atrás,

de un solo golpe,

te apee del camino.

         © Rubén Lapuente Berriatúa

http://rubenlapuente.blogspot.com/


EL COMETA HALLEY

EL COMETA HALLEY

Fue en el 86, en aquel cielo tan limpio de la sierra de Cameros y a simple vista. Varios meses siguiéndolo.  Quienes mirábamos  el cielo estrellado con frecuencia. Los que buscábamos planetas en la clara oscuridad, o carros o lebreles o arqueros en las constelaciones, lo ansiábamos. Cada 75 años vuelve y se ve como esa estampa de los Reyes Magos con el cometa  sobre sus cabezas. El anterior, en 1910,  la poca contaminación de las ciudades lo enseñaba tan claro  que ese escalofrió de plata endemoniado no cupo en la cabeza de aquella mentalidad, como si el fin del mundo llegara. Y las crónicas de la época en todo el mundo hablan de suicidios, de miedo, también de belleza, de asombro. Lo más son dos veces  verlo en una vida: si de niño lo viste,  de anciano quizás repitas. Yo al de 2062 ya no llego. Sí, un día volverá el cometa Halley y ya no estaremos aquí, es cierto. Pero nuestros descendientes,  mis hijos  sí estarán, y ojalá  los hijos de mis hijos, y darán gracias por haber hecho que puedan experimentar lo mismo que nosotros, muchos años atrás.  La vida, en sí misma, es el cuento de hadas más maravilloso que se pueda contar. Por eso he dejado escrito este poema  

 

Era de noche

En mi pequeño balcón

colgado

de esa dulce ladera

de trinos

En aquel abril

tan limpio de oscuridad

Magullado de números

de papeles  

de oficina

con mi luna redonda de cristal

de espía del cielo…

iba de rama en rama

de cada estrella…

 

De pronto

sobre el alto

granero del agua

como una alada herida luminosa

como una cana melena

rota de viento

apareció el cometa

 

Ese trazo de tiza

atado a su radio

a su vida

Viajero de plata solo

que por primera vez veía

y por última

también

cuando regresara

a mojar su larga cola de lumbre

pero ya

sobre el seco río

del tuétano de mis huesos

me señalaba

lo que en realidad yo era:

tan sólo una breve

mirada en el tiempo…

 

Desde el zaguán

me subiste ese alboroto

de nido de gorriones

en la garganta

de asombro de chiquilla

al llamarme

al verlo…

 

Cada atardecer

de aquellos mágicos días

del año del cometa

jóvenes y enamorados

salíamos a robarlo del cielo

a bañarnos

en su indeleble fulgor

 

A tu vuelta

oh cometa viejo amigo

por entre los párpados

de otros ojos

nacidos de nuestro amor

nos asomaremos

©Rubén Lapuente Berriatúa

 

             Villoslada de Cameros (La Rioja)

             En el 2062 regresará su cola plateada

MAR ADENTRO

MAR ADENTRO

Uno muere cuando nadie le recuerda

Ya volvíamos al viejo puerto. El de la desafinada sonata de bocinas y gaviotas. El de la acicalada hilera de boquitas recién pintadas con  toda la fila de puntillas moviendo frenética, ya fin de cuarentena, las ardientes alas de las manos.

Semanas de tobogán de atunes bajando al vientre de salmuera del barco, preñándolo de recamadas luces heladas.

Un cercano compañero del babel de los ronquidos, haciéndome ese gesto de tijereta al acercarse dos dedos a la boca, abandonó la litera…Tenía esa sonrisa sin acabar de romperse. Esa mirada callada envuelta en lejanías.

Desde la cubierta, subiría una trenza de humo hacia la arboladura de las estrellas. Volaría sobre la popa su apurada última amarga colilla, antes de que sus botas hicieran de noray de su ropa bien doblada…

Una nota en un pósit azul asomaba por el bolsillo de su camisa…

Ya en el puerto, rota la fila de carmín, rodeándome de la cintura mi añorada rama de carne de tierra, caminando con el arrebol de sus mejillas, con paso rápido hacia un barbecho tálamo anclado en los besos de ayer, me buscó sobre las aguas, en un reflejo de luz de acero, el charol de su memoria, mientras en el bolsillo de mi chaqueta, mis dedos desleían una nota, amasaban una bolita de papel azul…

El mar quiere a sus hijos desnudos. El claro olvido habita mar adentro.

©Rubén Lapuente Berriatúa

mi nuevo blog http://rubenlapuente.blogspot.com/

PUREZA

PUREZA

La nieve dibuja

un corazón sobre el agua,

bordea los labios de una hoja

verde y oculta

¿Sabes que la belleza

que nace eterna

sólo perdura un instante?

¿Estabas tú ahí, te diste cuenta?

¿Sobre esa pureza

pusiste toda la tuya,

te enredaste con ella,

o la mirabas sin verla?

¿Y si el brillo de aquellos ojos

era sólo para ti?

¿Y si el jadeo

que oías a oscuras,

era codicia de tu piel?

¿Y si aquel tembloroso

cuerpo entregado,

era el amor que buscabas?

 

La nieve dibuja un corazón

sobre el agua…

 

¿Y si lo salvaras?

¿Y si muriera en tu palma?

             

© Rubén Lapuente Berriatúa

              mi nuevo blog http://rubenlapuente.blogspot.com/

LA FLOR SOLITARIA

LA FLOR SOLITARIA

Mira esa flor solitaria. La que nace del sufrimiento. Parece una mano insurrecta. La ves como la flor del fusil de un partisano. Como triunfal bandera entre las piedras. Valiente. Acosada. Sola. Mártir de un sueño cumplido. Y sabes que te dice que la vida no es fácil.

 Oh, dilo siempre, y más a quien nazca en cuna de oro. Dilo siempre: La vida no es fácil. Y, quizá, fascinado, la cortes delicadamente y  con tus ojos cerrados la viertas por todos los arroyos de tu sangre, o puede que la envidies por florecer en el miedo, por enseñarte tu cobardía, y bajo la suela del zapato le apagues la luz, para pisarte a ti mismo.

© Rubén Lapuente Berriatúa

Mi nuevo blog http://rubenlapuente.blogspot.com/

EL COMETA HALEY

EL COMETA HALEY

Fue en el 86,  en aquel cielo limpio de la sierra de Cameros en Villoslada y a simple vista. Varios meses siguiéndolo.  Quienes mirábamos  el cielo estrellado con frecuencia. Los que buscábamos planetas en la clara oscuridad o carros o lebreles o arqueros en las constelaciones,  lo ansiábamos. Cada 75 años vuelve y se ve como esa estampa de los reyes magos con el cometa  sobre sus cabezas. El anterior en 1910, la poca contaminación de las ciudades,lo enseñaba tan claro,  que ese escalofrió de plata endemoniado no cupo en la cabeza de aquella mentalidad como si el fin del mundo llegara. Y las crónicas de la época en todo el mundo hablan de suicidios, de miedo, también de belleza, de admiración .Lo más, son dos veces  verlo en una vida: si de niño los viste,  de anciano quizás repitas. Yo al de 2062 ya no llego. Sí,  un día volverá el cometa Halley y ya no estaremos aquí, es cierto, pero nuestros descendientes,  mis hijos,  sí estarán, y ojalá  los hijos de mis hijos, y darán gracias por haber hecho que puedan experimentar lo mismo que nosotros, muchos años atrás.  La vida en sí misma es el cuento de hadas más maravilloso que se pueda contar. Por eso he dejado escrito este poema.

 

Era de noche

En mi pequeño balcón

colgado

de esa dulce ladera

de trinos

En aquel abril

tan limpio de oscuridad

Magullado de números

de papeles  

de oficina

con mi luna redonda de cristal

de espía del cielo…

iba de rama en rama

de cada estrella…

 

De pronto

sobre el alto

granero del agua

como una alada herida luminosa

como una cana melena

rota de viento

apareció el cometa

 

Ese trazo de tiza

atado a su radio

a su vida

Viajero de plata solo

que por primera vez veía

y por última

también

cuando regresara

a mojar su larga cola de lumbre

pero ya

sobre el seco río

del tuétano de mis huesos

me señalaba

lo que en realidad yo era:

tan sólo una breve

mirada en el tiempo…

 

Desde el zaguán

me subiste ese alboroto

de nido de gorriones

en la garganta

de asombro de chiquilla

al llamarme

al verlo…

 

Cada atardecer

de aquellos mágicos días

jóvenes y enamorados

salíamos a robarlo del cielo

a bañarnos

en su indeleble fulgor

 

A tu vuelta

oh cometa viejo amigo

por entre los párpados

de otros ojos

nacidos de nuestro amor

nos asomaremos

                       ©Rubén Lapuente

             Villoslada de Cameros (La Rioja)

             En el 2062 regresará su cola plateada

 

 

CELESTINAS ROSAS

CELESTINAS ROSAS

Las rosas hacen bien su trabajo

A pesar de que ya no nacen

del corazón de la tierra

De que ya no sufren

para reinar en el rocío

Bajo la toilette de plásticos

ataviadas de rojo terciopelo helado

vienen sajadas de aséptico olor:

Aún no les han cosido

ese misterioso secreto de almizcle

de mujer al desnudarse

que te llegaba al mover tú el aire…

Pero da igual

Para alguna mujer  

cada una guarda una fecha grabada

Un rostro diferente

Vientos de rosa en el calendario

bebe alguna muchacha que conozco

En cambio  para uno

son la mejor herramienta

Sobre todo cuando

hay que pegar un trocito roto

dentro del pecho

Ahí están

Y siempre rojo ramo de rosaleda

si el regazo anda herido

Sacando melindres de luz

de niña madura

Ciegos besos eternos de fin de película…

Son tu alcahueta

La manera de decirla esa palabra

que no sabes por qué no te sale

Como si a estas alturas de la vida

el largo olvido de un te quiero en los labios

sonara a mentira…

Sí    hacen muy bien su trabajo

Ahora que el amor

ya no es aquel incendio

                                © Rubén Lapuente

TIC TAC

TIC TAC

A cierta edad

el tiempo

comienza a existir

Te cita un día en la sombra

de un perfil sorprendido en la pared

o de improviso

en un pliegue no visto de tu piel

o en la primera herida del aliento 

que amas y  respiras…

Y ya es del barrio       

de tu bar        

de tus besos  

de tu espejo

Ya tiene la copia de la llave

que abre todo tu mundo:

Un huésped que contrata tu derribo

Menos mal que es

como un zumbido de abeja

que no se queda  contigo a charlar

del bello ocaso en la blanca pared

que dará la última

sombra vencida

de tu cabeza

Menos mal que quien nos hizo

puso la melodía del tic tac

en su tono justo

que sería insoportable

oírnos el corazón en el silencio…

Y sentado en tu antesala

espera paciente

que en tu camerino

esa pequeña llama de dolor

lentamente o voraz

florezca terrible una noche…

A cierta edad

el tiempo comienza a existir

Y de puertas adentro

ya nunca seremos los mismos 

©Rubén Lapuente