Blogia
El cuaderno de poemas de Rubén Lapuente

MARIAMOR O EL SOL DEL MEMBRILLO

MARIAMOR O EL SOL DEL MEMBRILLO

 

Bajo un cielo

de mil frutales ramas 

de la vega del Iregua

va y viene Mariamor

Para ella serán sólo

manzanas  ciruelas

melocotones  nectarinas…

pero para otros

pequeños dulces planetas

coronándola  

rondándola

esperando caer

de la rueda de su mano

al remanso de su falda

al reclamo

de unas cajas

apiladas en la carretera

al tenderete

en el zaguán

de su casa abierta

al árbol de la sangre

de mis venas…

Pero ella está en otra cosa

Está a lo suyo:

a escoger

a pesar

a vender su cosecha

a ganarse la vida

Ella no sabe

que bañada     así

por tanto perfume

de la bodega de la tierra

la ves  más sencilla   

más clara   más bella

más Mariamor…

Al irme

me regala un membrillo

Ese que tiene

las ventanas abiertas

Que lleva dentro

un sol ardiendo

Para perfumar el coche- me dice-

Sé de su leyenda

del mordisco

en su carne amarilla

de las antiguas novias griegas

para entrar

en ese lecho  nupcial

de enredadas sábanas de luna

con la boca llena

de perfumados besos

Levanto el pie del acelerador

para cerrar los ojos

para beberme un instante

la esencia única

de ese dorado incendio…

De Lardero a Cameros

Voy tirando de un hilo

de amarilla luz de aroma

Voy  destejiendo la madeja 

de un corazón

hecho de perfume

de sol de membrillo:

El de Mariamor

La que va y viene

de la vega del Iregua

La que está en otra cosa

                       © Rubén Lapuente

0 comentarios