IN CRESCENDO

Arrastrabas
un cilindro de madera
engastado con cegadoras
llaves de plata.
Y parecía sostenerte
abrazado a tu niñez.
Con su tímido sonido
huías al fondo de la casa
y atrancabas la puerta
como la de una ciudadela
para que no nos llegara
el estridente arpegio
de un aprendiz sonrojado.
Pero, poco a poco,
fuiste quitando cerrojos,
dilatando el largo listón de luz,
acercándonos lentamente
los colores del sonido.
Y el ámbito de la casa
se fue poblando de escalas,
adagios, sonatas, fantasías…
El aire espeso de olas de notas,
vivía, vive con nosotros.
Y ya, qué importa
que el haz del tiempo
te mire y lo sigas,
que nos dejes con su lejana
espalda dibujada.
Si rezuman las cosas melodías.
Si tenemos grabado en el tuétano
la partitura de tu vida.
Si ya somos
náufragos felices en el aire
eterno de tu música.
©Rubén Lapuente
Foto: mi hijo Abel
Comentarios » Ir a formulario
Autor: Zeltia
transmites ese aire,
esa sensación.
ay, qué suerte que las palabras se te alíen para expresarte. Envidia que me das
Fecha: 19/11/2010 18:24.
Autor: María Socorro Luis
También es mi hijo Kike con su saxo.
Emocionada y totalmente identificada, poeta.
Besos a los dos.
Fecha: 20/11/2010 13:07.
Autor: pedro ojeda escudero
Devuelvo tu amable visita a La Acequia, en la que espero encontrate siempre que lo desees.
Fecha: 20/11/2010 19:09.
Autor: virgi
¡Y qué padrazo que eres!
Besos a la familia (todos guapos)
Fecha: 20/11/2010 21:54.
Autor: irene
¡Enhorabuena!
Besos, Rubén, y también para tu hijo Abel.
Fecha: 22/11/2010 00:47.
Autor: carmen
Fecha: 07/12/2010 12:39.